6.3 Invitaciones y anuncios al príncipe

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Mingi queda con una enorme incomodidad encima, viendo a Jaehyuk alejarse por el pasillo. Aprieta las manos en los bolsillos de su pantalón y camina por el mismo camino por el que vino. De un modo u otro, sin explicarse como, acaba en los dormitorios y a pesar de los murmullos, camina para buscar la habitación de Yeosang y Wooyoung, necesitando hablar con el primero.

Al mismo tiempo, Jaehyuk habla por el celular, dirigiéndose a la salida de la institución. Por accidente, siendo que no se dio cuenta, choca con alguien y a poco estuvieron de caerse por ambos lados. El aparato impacta contra el suelo y maldice entre dientes por ello.

—Los zorros tienes agarre débil. —burla y Jaehyuk mira a quien tropezó. El rostro sonriente y algo escamoso del adolescente le produce desagrado. Identifica rápidamente que no solo es una serpiente, también es un Alpha.

—Y las serpientes no deberían tener patas—ironiza. San se ríe, inclinando la cabeza—. ¿Se te ofrece algo? —pregunta, siendo que no sigue su camino.

—Nada en especial—responde San—. Solo quería ver quién era el papá de Wangja. Todos hablan tanto de usted, que esperaba un dinosaurio como mínimo.

— ¿Wangja?

—Yeosang es llamado así por todos. Por qué sería.

—Ummm... Mi hijo es bastante encantador. No me sorprende—asegura con nota orgullosa. Yeosang nunca le ha contado este detalle de sus compañeros—. ¿Acaso conoces a Yeosang? ¿Hablas con él? —pregunta directo, entrecerrando los ojos. Yeosang podría haberse no acercado simplemente y por eso, no detecto el aroma de este tipo.

Que apesta. Simplemente apesta. Nunca había estado frente a una serpiente tan mal oliente. San por su parte lo hace a propósito, dejando fluir su esencia y que parte de su veneno también haga acto de presencia. Se rasca ligeramente y con ello, parte de su piel se cae.

Explicando más el aroma.

—Somos compañeros de clase. Su espalda es todo un encanto—sisea San—, pero no puedo decir que hablemos. Solo nos sentamos uno detrás de otro.

—Ya veo.

Jaehyuk lo analiza un poco más y no suena a mentira. Aunque le llama la atención sus colmillos. Son similares a los de la herida de Yeosang en la oreja. Debieron ser unos delgados como esos. No los de un lobo o un oso por ejemplo.

—En fin—tararea San—. Un gusto conocerlo. No es la gran cosa. Esperaba algo peor.

Tras la ligera admisión, se va tan silencioso como apareció en su camino. Jaehyuk queda con la extrañeza encima. En general, las serpientes no le gustan. En ninguna forma de ellas, a menos que sea un cinturón o un adorno con su piel. Continua su camino a la salida, volviendo a hacer la llamada.

Al mismo tiempo, San cuenta los billetes en su mano y silba al mismo tiempo que lo hace. De verdad que es decepcionante que Jaehyuk fuese tan poca cosa en su estima. Lo que no decepcionó, es el efectivo en su billetera.

. . .

— ¿Te lo imaginas? Ir a un hotel, poder hacer lo que queramos ahí y venir como si nada ¡AH! ¡SERIA GENIAL!

—A veces me preocupa que no dejes de pensar en tener sexo. —admite Yeosang con gesto neutro. Vino con la buena noticia y eso es lo único que Wooyoung dijo. Relativamente decepcionante la verdad.

— ¡Es que piénsalo! —pide Wooyoung saltando a sentarse frente a Yeosang—. Podrías ir con Jongho, pasar una mágica y espectacular tarde con él haciéndote cositas lindas—propone subiendo y bajando las cejas picardía. Yeosang niega con la cabeza—. Ooooh~ podemos ir con Félix y con San. Uff, eso me dejaría tirado por el piso por una semana.

—Muy literalmente. —tose Yeosang.

—Anda, sé un poco más audaz... Aunque pensando mucho, quizá y con suerte, tu papá te dé una buena opción de prometido y si es así ¡Puedes llevarlo al hotel! —exclama con diversión y Yeosang niega con la cabeza.

Aun no se visualiza teniendo sexo. No tanto por lo que su papá espera de él, aunque si es una buena razón; tan solo le da vergüenza. La idea de estar desnudo frente a alguien, lo que deben tocar, lo que deben ver; el olor, los sonidos. Se le eriza el pelaje, pero de pánico ante la mera idea de hacerlo. Incluso con Jongho.

Puede decir con total tranquilidad que aún no está en una etapa de hormonas desperdigadas. No es como Wooyoung. Siendo que él parece robarse las suya y por eso estar excitado todo el tiempo. Dispuesto a que sea donde sea y cuando sea.

Hasta con un beastman serpiente venenosa, constrictora y con quizás dos-

— ¿Uh? Qué raro. Nadie viene a decirnos nada. —comenta Wooyoung. Yeosang se acerca a la puerta y la abre, encontrando ahí a Mingi. El oso luce tímido y pide permiso para entrar—. Perdón el desorden. —lamenta Wooyoung un poco avergonzado.

—No importa. Mi habitación está igual—afirma despreocupado y se enfoca en Yeosang—. Lo sien... to—balbucea Mingi con torpeza para extrañeza de Yeosang—, pero parece que a partir de ahora soy quien te tiene que cuidar.

— ¿Qué tú qué?

Mingi saca de su bolsillo un fajo de billetes bastante grande, sorprendiendo al zorro que lo toma para revisarlo. Encuentra que en el papel que los mantiene como un pequeño lote, está la firma de su papá. Mira hacia Mingi con asombro.

—T-tu papá me abordó y me dijo que podía ser tu guardaespaldas aquí adentro—explica Mingi con nerviosismo, apretando su brazo derecho—. Le dije que no, pero pensé que así podríamos seguir siendo amigos... también que necesito el dinero, mi mamá no me dejó nada por... cosas...

Yeosang logra tranquilizar sus pensamientos. Mingi no lo aceptó por genuino gusto, ganas de tomar buen dinero o aprovecharse de él. Si así fuera, no se lo estaría diciendo y su papá no se lo hubiera exigido. Asume acertadamente que Mingi estaba con Yunho y si se lleva bien con un Omega, podría hacerlo con otro.

Al mismo tiempo, se cuestiona que es lo que Mingi parece temer tanto. Está seguro de que hay algo más que el oso se omite por pura vergüenza y nervios añadidos. Da un suspiro de agotamiento y le devuelve el dinero.

—Bueno, al menos tengo una forma de alejar a los que empiecen a molestar y no tener que dejar de hablarte por una semana cuando sea mi próxima reunión con él. —repone Yeosang con una sonría y Mingi se anima, imitando el gesto con obvia emoción de que no lo tomara a mal.

—Haré lo mejor que pueda. Fui una especie de delincuente en mi otro colegio. Eran rumores falsos que surgieron por no dejarme robar mis cosas—relata Mingi—. Así que cualquiera cosa que necesites, de nuevo, puedo ayudarte. —promete dándose con el puño en la palma.

Yeosang da una risita. Esto es adorable. Wooyoung ondea su cola, una sonrisa traviesa y picara en sus labios. Emparejará a Yeosang con cualquier Alpha que lo trate bien y nadie se lo pude impedir. Con suerte, Mingi se interese. A menos que ya lo esté en Yunho. Sea cual sea el rumbo, Wooyoung está determinado a ver a Yeosang con un novio.

Eorin Wangja || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora