Eorin Wangja || SanSang

8. El conde sosteniendo al entristecido principe

Evitar a Jongho ha sido medianamente sencillo, no así que se sienta triste por el rechazo tan crudo y hasta cruel de parte del Alpha. Yeosang se la pasa escuchando música y empeñado en estudiar o escribir para no enfocarse en su primera y única decepción amorosa. Wooyoung se ha dedicado a decirle que no preste atención. Tienen madrugadas y tardes de películas, casi siempre atento a que se sienta mejor.

Va una semana entera y Yeosang quiere ahogarse en sus propias lágrimas, hasta el punto en que no fue a la salida del fin de semana ¿Por qué no pudo ser como lo imagino? ¿Cómo en sus sueños? Como en las novelas cursis como mínimo. Donde se dan una oportunidad. No, tuvo que enamorarse del único Alpha que le da importancia al género. Porque hasta donde ha podido notar, a la mayoría le da igual si es hombre, mujer, en medio, ninguno ¡Solo a Jongho parece serle relevante!

— ¿Sucede algo malo Yeosang? —pregunta Seonghwa. Apoya la mano en el hombro de Yeosang. Lleva un rato viéndolo recostado en una mesa de la biblioteca. En lugar de leer, solo ve un punto muerto y hasta empezó a llorar—. Recuerda que, si tienes algún problema, puedes hablarlo conmigo. —Le confirma con una sonrisa suave. Yeosang entorna sus brillantes ojos aguados.

— ¿De verdad?

—Claro... ven a mi oficina y lo hablamos mejor. —Invita, ayudándolo a ponerse de pie, el zorro lo toma de un ala y lo sigue a su oficina. Seonghwa no se queja por ello. Yeosang tiene un severo problema de apego. Si no lo toma de la mano, debe hacerlo de algo.

Por eso se la pasa tomado al brazo o mano de Wooyoung al ir juntos. Necesita confirmar que tiene a alguien en quien apoyarse.

. . .

—Así que es tu primer rechazo...

Seonghwa no sabe si sentir alivio de que esté viviendo la experiencia o sentir pena porque la verdad, suena bastante tosco. Son adolescentes, la reacción de Jongho y la de Yeosang son perfectamente normales. No puede castigar a Jongho o llamarle la atención por responder así. No dijo nada hiriente según Yeosang.

Lo verdaderamente grave del tema es que Yeosang, como se dijo antes, tiende a tener mucho apego. Sea cercano o no, lo emocional causa que se hiera muy fácil. La metafórica cachetada de Jongho solo lo empeora. Seonghwa suspira y junta las manos. Yeosang gimotea, rojo con las orejas hacia abajo y las lágrimas bajándole por la cara.

—No tiene nada de malo sentirte tan triste o decepcionado—anuncia el consejero con deje cariñoso—. Es muy normal. El primer amor, por más platónico que sea, es importante en el crecimiento. Quizá demore un poco, pero esta tristeza que sientes va a pasar si la aceptas tal y como es. No eres tonto, no eres dramático, no estas equivocado—confirma Seonghwa y Yeosang levanta la mirada, gimoteando—. Eventualmente dejaras de sentirte tan triste. No ahora—enfatiza—, pero sucederá.

—pe-pero ¿Qué se supone que haga? Ahora... Ahora también tengo que aguantarme a todas esas personas y- No quiero, no me siento bien.

Lo agobia tener tantos Alphas revoloteando a su alrededor con su molestia habitual. Mucho más ahora. Los aguanta menos de lo que lo hacía antes. Seonghwa asiente con la cabeza.

—Les daré un llamado de atención para que no te molesten. Tu padre no se va a enterar de nada. Esto también será un secreto—confirma Seonghwa y Yeosang se limpia la mejilla—, una de las mejores formas de pasar por esto, es tener tiempo con tus amigos. Olvidarte del romance un rato para recuperarte de la primera horrible probada. Ver películas, escribir, escuchar música. Lo que mejor te acomode.

Yeosang asiente de nuevo y moquea. Seonghwa le sonríe débil y le entrega un dulce para que haga algo aparte de llorar. Le da mucha pena. Aparte de no tener tanta interacción social, la que más esperaba salió tan mal. La única parte buena del asunto es que, sin una positiva de Jongho, Yeosang permanecerá sin contacto de Alphas y no tendrá a Jaehyuk con quejas por su precioso niñito viviendo como un adolescente normal.