15.2 El príncipe que obtiene lo que quiere

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Yeosang decidió cumplir el deseo de Wooyoung y ponerse un croptop. Así dejaría de decir que no le hace caso en sus conejos de moda. Además, se sentía con las ganas de vestirse con algo así. Top negro, pantalón alto color rojo y botas de tacón grande; algunos adornos en las orejas y el collar para proteger su cuello. Solo por precaución.

—Saaaangie—Wooyoung lo abraza por la espalda—. ¿Podemos estar los dos de nuevo? Sin San. Solo tú y yo.

— ¿Uh?

—Es que estuvo muy bien estar contigo—Frota su mejilla con la de Yeosang—. Prometo tratarte bonito y que te dejare ser el de arriba.

—Te quieren levantar al Omega. —informa Félix y San levanta las manos ¿Wooyoung está loco? ¿Por qué hace eso? Nunca pensó que tendría que está con la guardia alta precisamente por él. El Omega más loco de su vida. Eso sin duda

Aun así, lo quiere mucho.

—Controla a tu fiera.

—Eso será fácil. —afirma Félix arremangándose la camisa. Camina hacia ellos y antes de que Wooyoung pueda huirlo, Félix lo sujeta y lo tiene cargado. El Omega se gira y lo abraza, riéndose.

— ¡Bueno! ¡Llegué! Después de una propuesta indecente—anuncia Yeosang abriendo los brazos—. ¿Qué te parece? —cuestiona con deje emocionado y nervioso. San lo levanta para poder estar a la altura de su abdomen, presionando los labios ahí antes de abajarlo.

—Que estás espectacular—elogia—. ¡Nos vamos! —anuncia y la mayoría sube en sus motos para tomar camino. Que tengan salidas los fines de semana no quitará que hacer esto en la noche y en secreto es muy divertido.

Algunos se ríen y exclaman de animo a Yunho, quien vino atrás de Mingi con un puchero, pero demasiado bien arreglado como para venir de mala gana. El oso toma una moto y el ciervo se sube con él, recostando la mejilla en la espalda de Mingi y refunfuñando con falsa molestia.

Yeosang sube en la moto con San y se abraza a su cintura, su barbilla en la espalda del Alpha. En el camino, con el aire molestándole en la orejas descubiertas, se dedica a olisquear la nuca de San. No entiende por qué huele tan bien en esa zona. Simplemente es fenomenal más allá de lo erógeno que resulta para el Alpha que se aguanta las ganas de tirarse la moto y hacerlo a mitad de la montaña.

Porque es claramente lo que Yeosang está provocando con sus actos.

Como de costumbre, la gente de la ciudad tan solo se queja a sus adentros ¿Hasta cuándo será que los estudiantes del internado vendrán como una pandilla? Los de la zona están acostumbrados, ya dejándoles el paso y sin siquiera acercarse para no buscarse un problema. Yeosang y San entran de la mano, con la serpiente haciendo paso a una mesa donde están todos ocupando un lugar.

Félix se mantiene agarrando a Wooyoung antes de que decida convertirse en un beastman ave y volar por ahí. Quizá no son precisamente pareja, pero si lo suficiente para reclamar su territorio con él.

Yeosang de alguna manera siente que tiene una carga menos encima. No se explica del todo por qué. Aún tiene que cumplir con muchas expectativa y requisitos, pero el que Jaehyuk le permitiera tener novio y seguir con sus aspiraciones teatrales le generó mucha esperanza. La vida es complicada y él quiere vivir la complicación por su cuenta.

Va a bailar un rato con San, perdiendo de vista lo que hagan o dejen de hacer Wooyoung, Yunho, Mingi y Jongho. Luego van a beber a la barra y Yeosang no puede evitar notar el morado en la nariz de San. Jaehyuk lo golpeó bastante fuerte y aunque se puso maquillaje para hacerlo menos obvio, fue imposible.

— ¿Seguro que no te duele? —pregunta con un puchero. San sacude la mano, relajado e indiferente.

—Me han dado golpes peores. Solo que este no me lo esperaba—admite San—. Debí hacerlo. Mierda, le dije que te meto dos vergas por el culo. Obviamente se iba a molestar—Yeosang estira los labios. Solo San es tan imbécil como para decirle eso al padre de cualquier persona—. Más allá de eso tengo una amenaza de muerte si te muerdo o si te rompo el corazón. Estoy bien. No temo por mi vida para nada. —Finge estar nervioso, haciendo temblar el baso con licor. Yeosang se ríe, balanceándose en su asiento.

—No lo harías. Confío en que no eres así—dice Yeosang—. Además, eres exactamente lo que tenía queriendo todo el tiempo y no era ninguno de mis pretendientes. —informa y San inclina hacia él.

— ¿Qué era lo que querías exactamente?

—Alguien que no me trate como un Omega que se va a romper. No estoy enfermo ni soy de papel. —Yeosang empuja a San en la frente—. Tampoco quiero a nadie que me mande. Eres el balance perfecto... aunque quizá es raro, porque tu actitud me recuerda un poco a mi papá.

—Oh no, ya me expusiste tus daddy issues—San se cubre la boca—. Eso es peligroso. Quiere decir que seré como el cuándo crezca-

— ¿Qué tiene de malo?

—Nada. Seré millonario, tendré un hijo Omega que me encantará, conquistaré a todos a cada paso que doy- ¡Uh! Seré la versión mejorada. Tendré un Omega que si me quiera.

—Espero que se te cumpla. —ríe Yeosang.

Le da un beso en los labios y San frota su nariz con la de Yeosang. No tienen la certeza de que dure por siempre. Sí, se quieren muchísimo. Quizá más de lo que ellos mismos entienden. No obstante, la posibilidad de separarse por tener aspiraciones distintas además de lo improbable de la vida hace que cueste.

Aun así, Yeosang se ríe leve con gesto presumido.

—Ya que insisten en llamarme Wangja y que consigo todo lo que quiero: dictamino ahora que no te enamorarás de ningún otro Omega que no sea yo y ese Omega que ves a futuro, lo tendré yo. —La predicción de Yeosang hace a San frunce las cejas.

—Vaya, eso es salvaje ¿En serio te ves conmigo toda una vida?

—Claro que sí. Una vida intranquila yendo de aquí allá hasta cansarnos y quedarnos acurrucaditos en una cama. No veo por qué no. —tararea Yeosang y San no puede visualizarlo del todo.

A pesar de que efectivamente, ese será su futuro.

De nuevo cumpliendo los deseos de Wangja.

—Y tendremos mucho dinero.

—Hasta pudrirnos en él.

Chocan los vasos de cristal y beben lo que resta. Yeosang abraza a San del cuello, permitiendo que este lo toque más de la cuenta.

— ¿Y ustedes qué hacen aquí?

San chilla adolorido por el mordisco en la lengua, vigilando que no le falte la parte bífida. Yeosang balbucea, nervioso de tener a Seonghwa delante suyo. El hombre cruzado de brazos y con mala cara. Hongjoong luce más bien agotado.

— ¿Por qué será que no me extraña? —comenta Hongjoong—. Vamos, finjamos que no vimos nada. Tengo otras cosas en mente y un grupo de críos no me lo va a joder. —Toma a Seonghwa del brazo. El subdirector los apunta.

—Mañana a las siete en el colegio o habrá más de un problema del que preocuparse. —Advierte y Yeosang asiente al igual que San. La serpiente recuesta la frente en el pecho de Yeosang.

—Eso estuvo bastante feo.

—Pudo ser peor.

—Sí... Mejor te llevo al baño.

(Censurado)

—Quiero... el otro... dentro. —gime, recostando la mejilla en el hombro de San.

—Como pida Wangja

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—Como pida Wangja. —(censurado)

Si qué es lo directores llegan.

Pueden tomarse su tiempo.

Eorin Wangja || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora