5. El conde pomposo y misterioso

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— ¿Estas bien?

—Sí. Yeosang me contó que pasó por la noche.

Mingi balancea el pie derecho y se rasca la cabeza, manteniendo la vista agachada. Yunho se da cuenta de lo avergonzado que está el oso. Es adorable, para ser alguien tan grande, es muy penoso y se nota que la adrenalina del momento fue lo que le dio aquella valentina tan grande. Ahora mismo, sin eso, es bastante tímido y la curvatura que hace su espalda lo hace ver más grande, pero menos alto.

Menos orgulloso y menos "Alpha". Una especie de pasividad que no tiene Yunho con su espalda recta y porte firme, casi creído. Cualquiera que los vea pensará que Yunho intimida a Mingi o algo así.

—Deberías ponerte recto—opina Yunho de forma suelta—. Eres un depredador. Es un poco... ¿Embarazoso? Verte así. Me genera escalofríos.

— ¿Uh? Qué raro. Usualmente prefieren lo contrario.

—Eres un oso. Por más miedo que dé, prefiero vivir con la inquietud de que me muerdas a que finjas ser una inocente bola de pelos. —admite Yunho con los brazos cruzados y ojos entrecerrados. Mingi se endereza un poco y deja la boca abierta, mostrando los colmillos. Yunho se ríe—. Mejor... Gracias por no hacer nada ayer, pero me debes compensar el susto.

—Como prefieras. —canturrea con voz apagada, siguiéndolo en el camino al teatro.

~ * * * ~

Sea lo que es que haya pasado el fin de semana, Yeosang tiene la ligera confianza de que ya no será un problema. San no dejó de comportarse como un buitre y fue exageradamente incomodo tenerlo cerca. Es la primera vez que pasa. Siempre guardaba su distancia. Por lo general está con Wooyoung, pero en esta ocasión, está seguro que su mirada estaba fija en su persona.

Lo cual sigue significando peligro. Aun no se ha decidido en qué se supone qué hará con lo que pasó. Considera de lo más sensato es decirle a Wooyoung la verdad. Rompa o no la relación con San o la amistad que tienen ¡Lo cual no debería! ¡Está siendo sincero y teniendo buena fe!

Solo decídete de una maldita vez.

Volviendo a San: jamás había sido tan invasivo y constante ¿O sí? No lo recuerda. Ha sido esa figura extraña, lejana y algo desconocida pululando alrededor. Fija en Wooyoung ¡No en su persona! Yeosang quiere entenderlo y sabe que la mejor forma de lograrlo, sería preguntarle a San directamente. El causante de estos dolores de cabeza.

No lo hará.

Es obvio que no lo hará.

Por otro lado y para su desgracia, tiene que verlo en clases. Lo ayuda que San esté adelante en el salón. No tendrá la mirada de cobra pegada a su nuca todo el tiempo. Sopesando desgracias, se cuestiona si prefiere a San o a Wooyoung.

Porque Wooyoung cada lunes por la tarde casi noche...

— ¡Hola Jimin-sonsengnim! —exclama la pantera, medio levantado de su asiento. El hombre se ríe débil, negando con la cabeza y dejando sus materiales en el escritorio.

—Ay Wooyoung, tan encantador al recibirme. Eres tan tierno—dice el hombre con una sonrisa amable. Wooyoung ronronea y Yeosang le agarra la cola para que deje de moverla—. ¿Durmieron y comieron bien? ¿Tuvieron buen fin de semana? —pregunta cortes, sus orejas redondas y moteadas que hacen juego con la cola ondulante.

Park Ji-Min, profesor de matemáticas y guía de curso. Un Omega y beastman de Leopardo de las nieves.

El principal crush de Wooyoung entre los profesores.

— ¡No lo fue porque no lo pude ver! —lloriquea dramático. Yeosang le jala de la cola y Wooyoung da un chillido.

—Oh, tuve que salir por unos asuntos. Lo lamento si necesitaban ayuda—dice, claramente ignorando los obvios coqueteos de Wooyoung—. Mi Alpha también estaba atareadísimo. Fue un fin de semana terrible—Wooyoung refunfuña bajando las orejas. Odia que mencione que tiene Alpha—, pero también tengo entendido de que hay un nuevo estudiante.

Eorin Wangja || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora