2. El nombramiento del principe

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—Entooooonces ¿Sí vas a ir?

—Si vas tú...

—Aw, que lindo. No vives sin mí. Eres como mi pequeño cachorrito encantador incapaz de separarse de mi cola—lloriquea Wooyoung, abrazando a Yeosang y acariciándole en la cabeza, entre las largas orejas de zorro. Yeosang exhala con agotamiento. Wooyoung siempre es tan melodramático—. Es que ni siquiera puedes dormir solito en la habitación sabiendo que-

—Solo me da curiosidad, no exageres. —refunfuña apartándolo bruscamente de un empujón en la cara. Quienes vieron lo sucedido se ríen.

Es una dinámica que ha cambiado ligeramente. Sobre todo, del lado de Yeosang. Wooyoung no ha variado de su forma de ser tan escandalosa y directa en contacto corporal. Incluso sin conocerse bien, era imposible no ver al Omega encima del zorro. Llamándose a sí mismo una especie de mamá gallina.

Yeosang llegó al internado a inicio de año y sin razón aparente. Callado, fijo en seguir las direcciones que le decían y sin prestar atención a nadie más que no fuese el personal docente de la institución. No obstante, su gesto aburrido resaltaba por encima de todo. Molesto y fastidiado del trato exclusivo que le estaban dirigiendo por quien es su papá. Un político importante y quien especifico querer la mejor de las atenciones para su único hijo.

Una mierda.

Afortunadamente cuando fue turno del subdirector de la institución, un beastman lechuza de campanario llamado Park Seonghwa, hacerse cargo, Yeosang respiró aliviado. De entre tantas personas, al menos con una podrá tener un gramo de vida normal.

—Tu llegada nos tomó por sorpresa—anuncia Seonghwa andando por el pasillo. Para Yeosang es imposible no fijarse en las alas. Son largas, pero lucen tan elegantes y acopladas que son como una llamativa cola de plumas para su ropa negra—. Estábamos llenos, pero tu padre insistió en que debías ser un alumno de la institución.

—L-lo siento si mi padre fue un poco... brusco. —resume con una sonrisa nerviosa y Seonghwa niega con la cabeza.

—No es la primera vez que lidiamos con personas así, no necesitas disculparte—tranquiliza el subdirector con gesto amable—. Por otro lado, y aunque fue una clara especificación mantenerlo en una habitación solitaria, la verdad no contamos con eso aquí. Por lo que deberá compartir con otro Omega. Asumiré que no es un problema.

—No. No lo es.

Yeosang suda frio. Jamás ha compartido nada con nadie. Apenas respiración y eso no cuenta. Seonghwa abre la puerta de la habitación y se aparta para permitirlo pasar primero. Yeosang baja las orejas, viendo a quien está en la cama destendida. El muchacho con expresión escalofriante, cola y orejas de felino, observándolo fijamente con sus ojos rasgados.

—Tu compañero de habitación es Jung Woo-Young—Presenta Seonghwa. El nombrado sigue en su sitio—. Beastman de pantera. Confío en que podrán llevarse bien. Cuidé que no se tratara de una especie que pudiera incomodarte.

—Gra-gracias. —balbucea con una sonrisa nerviosa.

—Bien—Seonghwa junta las manos en su regazo y el cabello albino le cae por el rostro—, él ha estado dos años aquí. Estoy seguro de que será buen guía. Cualquier inquietud, puedes ir a mi oficina o a la del director para preguntar. —Concluye y se marcha. Yeosang se muerde los labios con discreción, volviendo hacia Wooyoung.

El muchacho se levanta y se inclina hacia Yeosang. El zorro baja más las orejas, esperando alguna amenaza o lo peor, sin que fuese la enorme sonrisa casi tonta en los labios ajenos; las pupilas que se dilatan y la risita bromista del beastman.

— ¡Aww! ¡Te asusté! Todos se asustan cuando ven que soy una pantera. Soy más un gato negro muy grande que una pantera—confiesa divertido y hasta bromista—. Jung Woo-Young ¿Cómo te llamas?

Eorin Wangja || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora