7. Toda la nobleza tras el príncipe

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— ¡ES UNA PUTA MIERDA!

—No hables tan duro San.

—Quién coño puede aprender esto en dos días. Nadie. Nadie puede—discute la serpiente con las pupilas rasgadas y los colmillos tan largos que le lastiman en el labio inferior—. Que se joda. Me voy a hacer otra cosa-

—No seas tan necio—discute Wooyoung jalándolo del brazo para volverlo a sentar en el piso—. Yeosang si entiende, él puede ayudarnos ¿Cierto?

— ¿Qué no estábamos aquí por eso? —pregunta Mingi, entrando en consciencia de la conversación y casi discusión. San blanquea los ojos y da un gruñido, echándose hacia atrás con molestia. El montón de libros repartidos en el piso con procesos matemáticos.

Lo necesario para el examen que se les viene en un par de horas. No saben porque de repente a Jimin se le ocurre la brillante idea de hacer evaluaciones de un día para otro. Coincide, sin falta, con los temas más complicados. A pesar de su aparente ternura, es bastante cruel con todos. Igual que el profesor de idiomas y deportes.

Como si no fuese obvio que eso tres comparten energía y cama.

—Todo el tiempo hace una especie de jugada—informa Yeosang a Mingi—. Sea dejar usar las hojas con las fórmulas-

—A mí me dejó sacar el celular. No nos los quitó. Aparentemente eso se puede hacer durante exámenes en otros países. —dice Yunho como dato curioso. Jongho se rasca la cabeza y arruga la cara.

—Ni siquiera eso me salvaría—dice el panda—. No entiendo nada. Ni siquiera de donde salen los números ¿Qué son números realmente? —Yeosang deja caer la cabeza, riéndose y temblando—. ¿Alguno de ustedes entiende?

—Tranquilo, sabemos que tus neuronas no dan para tanto—San le palmea en la cabeza. A Jongho se le da muy mal las materias con números, pero tiene buena memoria, por lo que historia, idiomas y lengua va general—. No me importa que truco tenga guardado esta vez, no pienso hacer nada.

—No seas necio—Repite Wooyoung—. Solo trata de empezar por lo básico—recomienda la pantera—. ¿Qué es lo básico? —pregunta hacia Yeosang que suspira con agotamiento.

Vinieron a él para que los ayudara. Como de costumbre, es el único qué sabe qué hacer. Diría que el menos capaz de lograrlo es Jongho. San entiende más o menos, Mingi puede seguir el paso y Yunho también; Wooyoung lo tiene claro solo porque se lo ha instruido hasta en sueños.

Y de repente ya no puede hacer nada.

—Yeosang.

El nombrado gira la cabeza y lo primero que consigue de un ramo enorme de flores. La toma con una sonrisa incomoda, viendo hacia quien se las entrega. Es un beastman cuervo. Diría que le gustan sus plumas de no ser porque las tiene muy desordenadas.

—Ah, muchas gracias. —responde por cortesía. Mingi levanta una ceja. Es muy espontaneo.

—Quería saber si hoy podemos almorzar juntos para hablar un rato. —ofrece el Alpha con las manos tras la espalda y tono forzadamente meloso y caballeresco. Yeosang asiente con la cabeza por no ser maleducado y que ¡De nuevo! Esto le pasa en público.

Donde quedará como un hijo de puta por negarse.

—Bien, te veo más tarde. —El Alpha le toma de la mano y le da un beso. Yeosang se limpia una vez el muchacho se da la espalda. Wooyoung se sopla un mechón de cabello.

—Y ya empezó. Prepárense.

Lo peor del caso, es que no se trató de una exageración. Tan pronto como pasaron veinte minutos, Yeosang es jalado del brazo para que se levante.

Eorin Wangja || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora