14.2 El conde descarado y manipulador

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— Hola, Mamá. Pensé que no vendrías

La señora Choi es bastante seria y tiene un aspecto accidentalmente triste. Seonghwa no tiene muchas ganas de estar en esta reunión. Nunca comprende las vibras que hay.

Quizá porque son serpientes e incluso entre ellas se llevan un poco mal. Sean o no familiares

—Escuche que ahora tienes novio—San tamborilea los dedos en la mesa—. ¿Qué es?

—Un zorro fennec.

— ¿No pudiste encontrar algo menos frágil? —recrimina entre dientes—. Algo... menos- Ya tienes suficientes problemas encima ¿Por qué buscas otro? —San continúa tranquilo. Cómo si no sucede nada o le están llamando la atención—. Se supone que ibas a estar aquí para entrenar, para la posibilidad de una carrera deportiva y lo que menos has trabajado ha sido eso—San encoge de hombros—. ¿Eso es todo lo que dirás?

— ¿Que más quieres que diga? Lo que se "supone" no me gusta. Seré entrenador, guardaespaldas, lo que surja. No me interesa—Sacude la mano, le da mucho igual—. Además, he estado pensando en que me gusta dibujar. Entrenar o ser dibujante. Cualquier opción funciona para mí. —Encoge de hombros sin interés en el tema. Su futuro aún no le preocupa.

— ¿Y aun así pretendes que te mantengamos?

—Sí.

Seonghwa se aclara la garganta. Esto aquí está fatal.

—San ha demostrado un gran progreso en su conducta y en también en sus notas estos últimos meses—anuncia Seonghwa—. Con respecto a esos acuerdos... Nunca se me notificó al respecto, pero así como ha habido una mejoría en todas su clases, se unió al club de arte y es cuánto menos sorprendente. Incluso si no es su carrera principal, podría-

—Mi hijo no será un artista. Es parte de la familia Choi y debe-

—Hacer lo que desee o no tendrá hijo a largo plazo. Los coreanos tenemos una mala costumbre de querer forzar a la juventud y... No va a funcionar con alguien tan fuerte de personalidad como él—San se ríe y sisea, sacando la lengua—. Dejarlo ser es la mejor opción que puede tomar. Si pretende que no la deje a un lado en su vida.

La mujer se frota la cara y San se estira en la mesa hacia Seonghwa. Es un dolor en el culo a veces, pero también una salvación cuando quiere.

~ * * * ~

Yeosang se levanta del suelo: Jaehyuk, Seonghwa y Haneul salen de la oficina. La Omega luce especialmente molesta y disgustada. Yeosang solo los ve alternativamente, sin saber qué pensar de que aun no le ordenen ir al auto. Jaehyuk da un suspiro pesado y muy malhumorado.

—Espera aquí, aún tengo que hablar contigo—Señala a Yeosang—. Y contigo—San se tensa ¿Él qué? —. Ve al auto, muévete. Me divorcie para evitar esa cara tan fastidiosa. Lárgate. —Empuja un poco a Haneul que se va malhumorada. Yeosang los mira alternativa.

— ¿Dirvor...?

—Eso lo hablamos después.

Jaehyuk se retira con Seonghwa y San le da palmadas a Yeosang en el brazo—. Vamos a espiarlos. Vamos, vamos. —incita. Yeosang se limpia las mejillas, se levanta apurado y sigue a San por los pasillos del colegio. Los dos se suben a un árbol cerca de la oficina de Seonghwa. La ventana abierta ayuda a que el sonido salga y gracias a la audición de Yeosang, será incluso más sencillo escuchar qué hablan.

. . .

—Puedes decirme con total confianza si esto fue una jugada para quedarte con mi hijo. No me molestaré. —informa Jaehyuk con una sonrisa torcida y cínica. Seonghwa niega con la cabeza.

Eorin Wangja || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora