Ha pasado una semana, y todo ha vuelto a la tranquilidad, tras la aparición de Aizen y su familia, que puso patas arribas tanto a la Sociedad de almas como a la ciudad Karakura.
Aimi Aizen sale de la escuela mientras atardece y camina hacia el supermercado más cercano. Allí observa a Orihime Kurosaki que también está comprando.
–Buenas tardes, Orihime-san–saluda Aimi con una sonrisa.
–Oh, buenas tardes, Aimi-san–saluda Orihime con una sonrisa–¿Qué tal va mi hijo en el instituto?–.
–Se suele quedar dormido como mi hijo y muchas veces se van porque trabajan como shinigamis–sonríe–Luego les doy clases extras–.
–Lo siento mucho, luego regañaré a mi hijo en casa–se disculpa.
–No pasa nada, mi hijo es igual. En vez de estudiar, se pone a jugar a los videojuegos–suspira mientras niega con la cabeza.
–Mi hijo se tumba sin hacer nada, ya que le gusta estar feliz y tranquilo. Ya podía haber salido a su padre, que era muy estudioso–se queja.
–El mío debería dormir más, si estudiara en la tarde en vez de jugar, descansaría–suspira.
Mientras las dos madres conversan tranquilamente, en el parque se ve a Mirai entrenando junto a Yuto, mientras Hisagi hace de canguro.
–Vamos, Mirai ¡Tú puedes!–Yuto le grita estando encima del castillo, de pie, mientras Mirai está encima del columpio de enfrente, para que salte al otro lado–Ya has conseguido saltando de columpio en columpio, de pie. Ahora del columpio al castillo–.
Shuhei observa a los dos pequeños mientras suspira aburrido de tener que hacer de niñero.
–Si no es tan complicado–Hisagi se acerca la pequeña y se sube a su lado–Debes tomar mucho impulso y mantenerte en el aire. Eres un shinigami, vas a estar bien–.
–Pero me da miedo–dice la pequeña viendo el espacio que hay entre un salto y otro.
–No va a pasar nada, Mirai. Observa–Yuto salta colocándose al otro lado y la pequeña mira el castillo.
–Pero hay mucho hueco–dice y Yuto sonríe.
–Dame la mano y saltamos juntos ¿Vale?–sonríe–Si te caes, yo te sujeto–.
La pequeña se queda pensando un buen rato y al final, algo nerviosa, se agarra de la mano de Yuto.
–Una...dos...y...tres–los dos saltan a la vez y llegan al techo del castillo y Yuto sonríe, mientras la pequeña mira que dio un salto muy grande.
–¿Ves?–Yuto sonríe y la pequeña traga saliva.
–Sí...pero...sola no sé si podré–dice la pequeña.
–Yuto, es hora de ir a casa–escucha como Ururu lo llama y este se baja del castillo.
–Me tengo que ir ya, Mirai. ¡Nos vemos mañana en el colegio!–se despide y corre. La pequeña mira hacia abajo y no sabe como bajar.
–¿Cómo me bajo?–pregunta algo asustada de estar tan alta sin tener a Yuto a su lado y Shuhei suspira.
–Solo tienes que saltar, recuerda como te explicamos, salta manteniendo la estabilidad del cuerpo–indica Shuhei y al final al ver que la pequeña no quiere bajar, la carga en sus brazos y la deja en el suelo.
–¡Mirai!–escucha a su hermano Hikaru llegar al parque, junto a Kazui, en forma de shinigami ya que acaban de enfrentarse a un Hollow–Es hora de ir a casa–.
Observa que su hermana lleva el traje de shinigami y que vuelve a transformarse en humana y corre hacia su hermano, salta a sus brazos con una sonrisa.
–¿Has estado entrenando?–pregunta con una sonrisa, Kazui.
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Bleach: Time is always against us
FanfictionHorizonte incierto, desafíos afrontamos, cambios germinan. Esta historia ocurre en un mundo donde Aizen Sousuke, tras el arco de la Guerra de 1000 años de sangre, en vez de ser encarcelado, fue exiliado al mundo humano sin sus poderes, por la ayud...