Bleach: Time is always against us

Capítulo 13: El día libre de Hikaru

Cuando Akon, al fin se despierta, toma una muestra de sangre de Mirai, quién no se separa de Hisagi.

–Bien, es todo por hoy. Puedes irte ya con tu padre–Mayuri se marcha y la pequeña esconde su cabeza en Shuhei que la tiene que llevar en brazos.

–Ya terminó todo–responde Hisagi Shuhei–No me acostumbro a su reiatsu, pero...¿Absorber las partículas espirituales? A lo mejor por eso crea su escudo–.

En el laboratorio de Mayuri, el susodicho, comprueba que el ADN de Mirai tiene un alto porcentaje de shinigami, de Quincy y de Hollow.

–Le dije que el escudo es por la absorción de partículas pero...¿Cómo puede crearlo sin pronunciar nada?–Mayuri lo mira mientras sonríe–¿Cómo sobrevivió la mujer de Aizen cuando los Quincy mestizos murieron? ¿Qué sabe Kyoraku para querer que la entrenemos? ¿Qué oculta? Muchas preguntas y ninguna respuesta. Es muy interesante–.

–Mayuri-san, ¿Qué piensas hacer?–pregunta Akon con curiosidad.

–Por ahora, vamos a ceñirnos al plan y vamos a hacer que controle su reiatsu para que pueda sacarlo a voluntad. Cuanto más crezca, más poderoso será y como no hagamos algo puede llegar a matarnos sin darse cuenta–indica–Luego, dejemos la parte de hollow a Hirako–.

–De acuerdo–Akon responde.

Mayuri regresa a ver los resultados y se da cuenta de un dato bastante curioso y sonríe–Oye, Akon–.

–¿Sí?–pregunta.

–Necesito que me traigas algo...esto es muy interesante–sonríe.

–¿Interesante?–.

–Sí, pero no me refiero a la hija de Aizen, sino a su mujer. Es una caja de sorpresas–sonríe Mayuri.

Es Sábado, muy temprano, Sosuke y Aimi están arreglados ya que van a salir los dos solos. Mirai no va los fines de semana a su entrenamiento. 

–Hikaru, cuida bien de Mirai mientras no estamos–pide Aimi a su hijo mayor que se encuentra con chándal ya que estuvo entrenando su fuerza física en el patio de la casa.

–Lo sé, no es la primera vez que me quedo cuidando a Mirai. Vosotros, disfruten el Sábado libre–les dice.

–Están vuestros dos guardaespaldas, fuera. Si vienen a por tu hermana, ya sabes lo que tienes que hacer–Sousuke indica a Hikaru.

–Lo sé, lo sé. Esconderla para que esté a salvo. No os preocupéis–sonríe para tranquilizar a sus padres y los dos, salen fuera de casa y este suspira–Hoy no hay entrenamiento–.

Al rato de que se van sus padres, se escucha el grito de Mirai desde su cuarto. Su hermano sube corriendo las escaleras y va al cuarto de Mirai, quién está llorando en brazos de Shuhei y a su lado está Renji. Ambos al escucharla gritar entraron al cuarto.

–¿Qué ha pasado?–Hikaru pregunta.

–Nii-chan, tuve un mal sueño–llora y se pasa a los brazos de su hermano.

–Solo fue un sueño ¿De qué trataba?–pregunta mientras lo calma.

–No me acuerdo–responde mientras tiembla asustada.

–Bien, ¿Vamos a desayunar?–pregunta a su hermana quién aprieta con fuerza el chandal de su hermano, dando una respuesta afirmativa–Lo siento–.

–No te preocupes, estamos afuera por si pasa algo–Renji indica y Hisagi mira a Mirai.

–Seguramente tuve pesadillas con Mayuri-san–explica y Renji se ríe.

–Seguro que fue eso–Renji le responde y salen fuera de la casa.

Mientras los dos hermanos se encuentran en el comedor. Hikaru calienta pan para hacer tostadas y prepara un vaso de leche para su hermana y él se prepara una taza de té de matcha.

–Nii-chan, ¿Hoy no vas a entrenar?–Mirai pregunta a su hermano mayor, mientras da un mordisco a su tostada de mermelada.

–No–responde–Como bien sabes, me toca cuidarte–.

–Entonces ¿Podemos ir al parque a jugar? ¿Puede venir Yuto?–pregunta la pequeña.

–Claro–responde de vuelta.

–¡Bien!–responde muy alegre, olvidando el mal despertar que tuvo.

Tras desayunar y vestirse, los dos hermanos salen de casa hacia el parque, cerca de ellos, sus dos guardaespaldas los vigilan. Al llegar, Mirai nota que no está Yuto y pone una mirada triste.

–No está Yuto aún–dice con un puchero.

–Ya vendrá. Mientras, vamos a jugar los dos juntos–Hikaru se agacha a la altura de su hermana con una sonrisa y está se le escapa una pequeña risa.

Los dos hermanos se ponen a jugar, hasta que llega Yuto junto a su padre. Hikaru se sienta en el banco y nota a Urahara a su lado.

–¿Hoy no entrenas?–pregunta.

–No, tengo que cuidar de mi hermana pequeña–responde.

–Yuto estaba muy emocionado, tanto que no me ha dejado ni terminar el desayuno–Urahara ríe pero nota como el chico, a su lado, tiene una mirada seria y de preocupación hacia su hermana pequeña.

–¿Te preocupan sus secuestradores?–pregunta Urahara.

–Sí, pero...hay otra cosa que me preocupa  mucho más. Cuando estábamos en Tokio, rara vez tenía pesadillas que le hacían gritar. Ahora...tiene muchas y cuando se despierta no se acuerda–se queja Hikaru–Y tras tener una pesadilla, en ocasiones, se queda detenida mirando a la nada, como si esperara que algo suceda ¿Tú sabes algo? Kazui me dijo que eres muy inteligente y sabes sobre todo tipo de temas–.

Urahara se empieza a reír y luego se sujeta su sombrero mientras pone una mirada seria.

–Tu hermana es muy misteriosa. Tiene mucho poder dormido en su interior, en forma shinigami puede predecir a sus enemigos–responde–Por ahora, no puedo ayudarte mucho, pero estoy investigando. Estoy compitiendo con Mayuri, para ver quién es el primero en descifrar el misterio de tu familia–.

–Oh, ojala pueda saber más y así poder protegerla–mira su mano–La Sociedad de Almas está haciendo mucho por Mirai, siendo ella hija de Sousuke Aizen. Pero, ¿Por qué?–.

–Lo propuso Kyoraku y creo que puedo entender el porqué–sonríe.

–¡Dímelo!–pide Hikaru y Urahara se ríe.

–Hikaru-kun, eres hijo de Aizen. Seguro que llegas tú solo a esa respuesta–sonríe.

Este se pone a mirar el suelo y escucha cómo su hermana llama a Shuhei, para que salga a jugar con ellos.

Tras jugar al parque, regresan a casa y ya han vuelto sus padres a casa. El resto del día, Hikaru se queda en su cuarto, pensando.