¿Un ultimo baile?

680 65 9
                                    

Khaos

Me desperté por el sonido de los pájaros y la brisa que entraba por el balcón.

Desde la habitación se escuchaban como las personas reían.

Salí al balcón dándome la linda vista de ver a mi esposa jugando con mi mano derecha. Ellos dejaron de reír cuando notaron mi presencia Marco se reverencio rápidamente dando alerta al resto de guardias que copiaron su gesto.

Alia solo sonrió y entró a la casa.

Salí rumbo a las escaleras ella estaba por subir traía puesto una remera de tirantes blanca un pantalón gris y una campera del mismo color

—Qué hacías con Marcos tan temprano

—Nada, estábamos hablando

La mire fulminante

—Sólo estábamos charlando—se acercó a mí dando un beso en mi mejilla y yendo a la cocina

Suspiré y subí a mi cuarto a cambiarme

No iba a ir a la empresa hoy asique opte por una remera blanca y un pantalón negro unas zapatillas

Fui al comedor donde me esperaba mi taza de café y mis tostadas

A unos centímetros desayunaba mi amada me costaba todavía llamarla de de esa forma era la segunda mujer que amaba pero ella me hacía sentir muy diferente no todo era atracción sexual era más tenerla todos los días a todas horas en mis brazos solo dándole besos y viéndola sonreír con eso era más que feliz. Pero mis ganas por tenerla encima mío tampoco me molestaba

Su voz me sacó de mis pensamientos

—En que piensa ahora el señor—preguntó levantando unas de sus cejas

—Enserio quieres saber—murmure con un tono pícaro

—Que puerco

—Me amas igual—hable

—Para mi lastima—respondió

Se levantó de su asiento se acercó a mí dejando un beso en mi mejilla

—Iré a leer—aviso

Asentí

Tenía una sorpresa para ella hoy y mientras más lejos de mi estuviera mejor

Entró cris uno de mis hombres

—Los encargos ya están aquí señor—me avisó

—Perfecto, vamos

Salimos al frente de la casa donde se encontraba una hilera de motocicletas la cual era encabezada por una Kawasaki personalizada para mi mujer el resto eran para mis hombres ni loco iba a dejar que saliera sola por ahí.

—No vuelvo a apostar—susurre derrotado

—Marcos trae a Alia y véndele los ojos—ordene y el asintió

A los minuto siendo guiada por el

Me miro para saber si la quitaba la venda y asentí

Ella miró atónita las motos me miró y corrió hacia a mi salto por insisto la tome de las piernas para que no se cayera

Dejo besos por toda mi cara y el último en mis labios

—Gracias cielo

Yo sonreí y la baje

Ella subió la encendió sus ojos parecían maravillados

—Nos vemos luego lindo—dijo guiñandome un ojo

The red kingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora