Vodka

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Ambos nos manteníamos en silencio ninguno se había separado del otro solo se escuchábamos nuestras respiraciones el reloj marcaba las ocho de la mañana y en ese lapso no había conciliado ni un poco el sueño

No era porque no quisiese simplemente mi mente divaga por otro lado para no hacerme dormir

Por la puerta entraron con brusquedad los guardias cargando una caja que joteaba un liquido de dudosa procedencia

Khaos se encorvo en la cama

—¡Que es esa manera de entrar!—grito

Me senté a su lado estirándome

—Sentimos la impertinencia señor pero tiene que ver esto—se justifico

Abrió la caja despegando un olor a carne podrida causándome nauseas de ella saco una cabeza de un hombre era uno de los guardias

Su cara tenia golpes, sus labios estaban pegados uno de sus parpados estaba cosido con la parte de abajo habia sangre corriendo por el corte  era reciente no tenia muchas horas de muerto que puto asco

—Por dios—murmuré llevando mi mano a mi boca con asco

Dios mio, que?

Miraba estupefacta la escena había una maldita cabeza cercenada en mi habitación

—Venia con una nota—se la extendieron a Khaos

Vamos por ustedes

YZ

—Son bastantes creativos por lo que veo—dije con sarcasmo

—Bastardos de mierda—dijo entre dientes mi esposo 

Me levante de la cama me puse mi bata y mire a los hombres que aun sontenia eso

—¡Porque la cabeza de ese hombre sigue aquí sáquenla y informen a sus familiares del fallecimiento!—vociferé

Hicieron lo que ordene el único que se quedo fue Thiago

—Es una declaración de guerra señor como procedemos—pregunto

Khaos me miro dejándome el mando de la situación

—Es un hombre soltero busca entre sus amantes con la que mas se ve esa tráiganla responderemos de la misma manera—ordene

El guardia asintió y se fue

Mire a Khaos y entre al armario sintiendo sus pasos detrás mío me tomo de la cintura

—Podrás con esto, no quiero presionarte por lo de tu madre—susurro en mi oído

—Me hará bien concentrarme en otra cosa

—Mi hermosa chica—murmuró 

Beso mi cuello mientras me sujetaba mas a el

—En eso me concéntrate ahora en ¿cercenar cabezas?—pregunte viéndonos por el espejo

—Es el trabajo de la mafia cariño nuestra mafia as tomado una decisión favorable—respondió

Se separo de mi cintura entrelazando nuestras manos haciéndome ver nuestros anillos de matrimonio

—Nadie nos amenaza y se va pensando en que nos a asustado—murmurre

—No te preocupes con el tiempo te acostumbras—hablo

—Estoy acostumbrada solo que nunca e dado la orden de asesinato—suspire

El beso mi cabeza compartiéndome su apoyo

The red kingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora