Porque desobedeces

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Me encontraba mejor luego de mi recuperación, Khaos me había prohibido la salida de la casa por mi seguridad claramente me valió sus palabras

Me encontraba en una fiesta en uno de los clubes mas exclusivos de Seúl

Eric era mi compañía de esta noche nos movíamos entre la gente sin despegarnos del otro y unas cuantas fotitos para Instagram no podían faltar

Las miradas de los chicos recorriendo mi cuerpo se sentían a kilómetros es lo que pasa cuando eres linda, bajaban su mirada la ver el anillo de diamante en mi dedo

El calor se concentraba en el lugar a pesar de que el clima de afuera era extremadamente frio las luces rojas y violetas se movían en todos lados los laceres verdes te segaban con el humo artificial de las maquinas

Las manos de Eric se aferraban a mi cintura a medida que bajamos moviendo el trasero al ritmo de la musica el calor de nuestros cuerpos se mezclaba

Un disparo al aire hizo que todos gritaran la gente empezó a correr los gritos de terror agudos de las chicas se esparcieron aturdiéndome la musica se detuvo y a agacharse mi amigo me tiro al piso junto el

Busque con mi mirada el desgraciado y cuando vi a la puerta a mi esposo con una mirada de furia con diez hombres atrás se me helo la sangre

—Nos llego la guardia—murmuró

Khaos vino furioso hacia nosotros

—Vamos—exclamo tomando mi mano con fuerza sacándome del lugar

El frio golpeo mi cuerpo poniéndome la piel de gallina, me estremecí en el agarre posesivo de Khaos

—Khaos suéltame—ordene pero fingió no escucharme—Khaos maldita sea suéltame

Me solté de su agarre antes de que me subiera al auto

—As desobedecido una orden—dijo entredientes

—No me jodas, soy una persona libre—exclame—No tu juguete no esperes que te obedezca

—¡Sube al puto auto ahora!

Suspire de mala gana y subí al auto. Empezó a conducir como loco aferrando su mano al volante mientras la otra reposaba en mi muslo apretandolo podía sentir sus uñas clavarse en mi piel

Llegamos a la zona de apartamentos mas lujosa, bajo primero abriéndome la puerta tomo mi mano y subimos al elevador

—Porque me trajiste acá—pregunte

—No quiero que mis hombres te escuchen gritar

Trague en seco mientras me apegaba a su pecho, podía sentir mi corazón latir fuertemente contra mi pecho, esta noche no iba a dormir

Al llegar me giro tomando mi nuca besándome con fuerza y desespero me estampo con una pared sin piedad sacándome un jadeo de dolor

—Estas siendo muy brusco—susurre con la respiración entre cortada

—No traes ropa interior estabas con ese desgraciado dejaste que posará sus manos en ti, tengo demasiados motivos para sentirme celoso y destrozar tu interior hasta sacarte cargando de este puto lugar—gruño aprisionando mis labios

Me beso con posesión y brusquedad quería el control y yo se lo estaba sediendo

Me cargó sobre su hombro nalgueando mi trasero mientras me llevaba hasta la habitación me tiro sobre la cama sin piedad se subió sobre mi arrancando el vestido de mi cuerpo la tela quedó echa añicos en sus manos

Puso mis piernas sobre sus hombros y su lengua no tardo en tocar mi clitoris sus labios succionaban haciéndome temblar

—Hijo de puta—susurre

The red kingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora