Maraton 1/3
Por lo general no hacia ejercicio pero había decidido salir a correr junto a los novatos en entrenamiento de guaridas
Iba detras de ellos mi condición física con todo lo que había pasado no era la mejor, mi madre siempre decía una frase que odiaba
Aprende de los errores
Creo que jamás fui capaz de aplicarla
Dos furgonetas negras pararon frente a nosotros los novatos se pusieron en guardia pero era imposible contra hombres con armas
Y cuando los vi bajar supe que volvería a pasar mi peor trauma otra vez
El terror me invade al igual que el pánico estábamos en un camino que casi nadie conocía era perfecto para una emboscada era tan idiota como para no darme cuenta, no tenia caso luchar ellos estaban disparando a lo loco mi suerte de que ninguna bala rozara mi cuerpo era demasiada venían por mi
Uno se acercó a mí y quise luchar pero le quede estática como si supiera que no valdría la pena gastar mi fuerza física
Sus movimientos a mi vista fueron lentos y saco una jeringa me inyecto un liquido en el cuello caí al suelo viendo a los novatos ser baleados cayendo al piso mi vista se nubló y cerré mis ojos
Khaos
5 horas después
—¡Como fuiste tan incompetente de dejar a Alia sola!—le grite
Mire a Eric
—Pon a todo el jodido mundo a buscar a mi mujer cierra las fronteras me importa una mierda, de esta región nadie sale ni por cielo ni tierra—ordene
El asintió
Thiago era uno de mis mejores hombres y su incompetencia me dejaba desconcertado
Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho Alia estaba secuestrada ahora probablemente sometida a las torturas de la Yakuza peores que las nuestras
Me senté en mi escritorio masajeándome el cien
Amoris me miró
—Me haré cargo de su búsqueda debes relajarte—hablo
—¡Mi mujer probablemente esté muerta y tu quieres que me calme!—vociferé
Lo tomé de la camisa estampándolo contra la pared
Mi madre puso una mano en mi hombro y solté a mi hermano, mire a Marcos el tomo mi tablet, el asintió ante mi mirada y salió de mi oficina ahora era mi cuñado pero el sabía que hacer sin necesidad de decirle nada
Salí de mi oficina y me dirigí a mi habitación cerré la puerta cayendo al piso pasando mi mano con desespero por mi pelo, odiaba que Alia volviera a sufrir por esto
Mis manos temblaban al saber que ahora ella tenía pocas posibilidades de vivir
Alia
Mi cuerpo estaba entumido mi cabeza daba vueltas enfoque mi vista ,recorriendo la habitación oscura estaba amarrada a una silla
frente a mi había una mesa con artefactos
Trague en seco cuando vi a mi captor entrar seguido de sus hombres
El sonrió al verme
—Serpiente, escuche que tu ambiente es lo oscuro y frio— se burló
—Soy más del ambiente cálido— hable
—Lamento todo esto, pero es lo que recibes cuando faltas al respeto—exclamó
—Eres mi karma?
El asintió tomando el puño de acero
—Adelante destrúyeme— lo rete
El me golpeó una y otra vez haciéndome escupir sangre al piso
— Que se siente perra? Saber que cuando mueras el estúpido de tu esposo se vendrá abajo y controlaremos todo—hablo con orgullo
— Se siente bien— me ahogaba en la sangre que escurría por mi boca manchando mi mentón
Mi cabeza dolía y estaba segura que esto era solo el principio de mi puta condena, mis manos estaban atadas a los mangos de la silla, me arranco la sudadera sonrió al ver mis cicatrices del secuestro anterior, me removí en las ataduras, cuando lo vi acercar la hoja a mi brazo abriendo mis viejas heridas haciéndolas mas profundas un escalofrió recorrió mi espalda mientras mordía mi labio interno no le daría el puto placer de escucharme gritar
—Vamos perra, déjame ver tu sucia sangre— exclama tomando mi barbilla
Lo miro con odio y sin reparo me adelanto golpeo su puta nariz con mi frente haciéndolo tambalear su nariz sangre ante la fuerza de mi golpe sus hombres lo sostuvieron lo sostienen maldito viejo mugroso
Uno de ellos viene a mi abofeteándome, escucho el goteo de mi sangre escurriendo por mi brazo dolía como el puto infierno mi mejilla ardía pero no iba a soltar ninguna lagrima
Alguien entro aquella habitación un hombre de máximo treinta años aquel miro con odio al hombre que había golpeado
—¡Específicamente te dije que no la tocaras!—vociferó
Apenas podía ver su rostro mi vista era borrosa
—La perra me golpeo
—Te lo habrás ganado por desgraciado—grito—suéltenla
El hombre que golpe no era el líder era aquel de rostro que no podía ver, me soltaron y me levante cayendo al piso, cerrando mis ojos
HORAS DESPUES
Desperté en otra habitación en una cama grande la habitación era lujosa, mire mi brazo vendado me levante de la cama y e acerque a las ventanas, cerradas había dos puertas mas dentro de la habitación, entre a una dándome con el baño me mire en el espejo
Mi pómulo estaba morado y mi labio roto
Repase la habitación en busca de alguna cosa que pudiera usar en defensa, mire la cama y trague en seco al ver cadenas puestas fijamente en el barandal de la cama, mi respiración se acelero mierda
El hombre que ordeno que me soltaran entro lo mire y repase su cuerpo alto tonificado de tez morena
—Estas despierta, como esta tu brazo?—hablo
—Quien eres?—pregunte
El sonrió de manera ladina
—Soy Damon, un gusto—se burlo—el jefe de la Yakuza hijo del hombre que golpeaste
—Y el hombre que me secuestro
—Eres muy inteligente nena
Temblé ante la ultima palabra que soltó de su boca, el olor a whisky que traía en su cuerpo llegaba a mis fosas nasales
—No me llames de esa forma—gruñí—No soy nada tuyo para que me digas así
El se acerco a mi y yo me aleje me tomo del brazo con brusquedad agarrando mi barbilla con fuerza obligándome a verlo
—Ahora eres mía te llamara de la forma que me plazca—gruño—Te tratare como una mascota si es necesario pero ahora estas bajo mi poder
...
ESTÁS LEYENDO
The red kings
RomanceLa serpiente era cautivadora sus ojos azules irradiaban maldad pura para sus enemigos pero veía con amor , cariño a su compañero y dueño de su alma Hades , el la protegía y mataba para mantenerla con el y ella era su consuelo cada noche su compañía...