The red kings

Queen fire

Ella se sentó en una silla al frente mío

Sonreí al ver que en su mejilla tenía un parche

—Sabes desde el primero momento que supe que ibas a llegar te odie sin conocerte—suspiro—Esperaba una niña mimada rubia y muy maleducada ya sabes de esas que no se aguantan pero no llegaste tú

—Y te arruine la vida si si—me burle

—Cuando Khaos me dijo que esa sería la última noche que estaría con él me derrumbe y el me dejo muy claro que tú empezarías a ser su prioridad—me miró

—Igualmente eso no te impidió hacerme la vida difícil mis primeros días en la casa o si—escupí

—Lo hice mucho antes de tu llegada para sobrevivir pero me arrepiento porque perdí al hombre que amaba—suspiro—Tu que vas a saber si Khaos esta como un loco buscándote ya descubrió tres de mis almacenes

Sonreí por lo que me dijo

—Sofía pudiste haber evitado todo esto— susurre—mi esposo estaba dispuesto a darte el mundo entero por tu amor pero lo echaste a perder

—Y me arrepiento me puse de rodillas esa noche que llegaste le llore y le supliqué pero fue como si hubiera caído en un embrujo con tan solo verte—suspiro—No solo me lo robaste tomaste mi futuro puesto y me orillaste a esto

—Lo siento

—No me importa

Se levantó y de un mueble abrió un cajón donde sacó un cinturón trague en seco cerrando mis ojos esperando lo que se venía, miles de azotes siendo proporcionados por mi cuerpo piernas, pecho espalda

Sin piedad me mantenía en pie por las cadenas que me amarraban ella me había mojado para que doliera más

Le pidió al guardia un cigarrillo y lo encendido

Lo pulsó sobre mi cuello

—¡Maldita hija de puta!—grite mientras ella reía

Cuando trato de quemar mis brazos le pegue una patada haciéndola caer al piso

—Bastarda escoria— dijo entre dientes levantándose y pegándome una cachetada

Me siguió golpeando hasta dejar mis mejillas rojas mi nariz sangrando

Cuando se canso me dejó ahí colgada en la oscuridad del salón iluminada por la luz de la luna ya era tarde sentí un reloj viejo mover las manecillas me sentía en un manicomio

Mi niña interior se retorcía del miedo al estar en la oscuridad en mi delirio en la oscuridad se formaban sombras

La puerta del lugar se abrió y por ahí entró el hombre que había traicionado a Khaos

—Qué haces aquí—susurre con miedo

—Cálmese señorita el señor ya sabía que Eme estaba infiltrado entre sus hombres la tengo que ayudar a escapar son mis órdenes mi nombre es Will— susurro

—¿Cómo está Khaos?—pregunte desesperada

—El señor está muy preocupado por usted

Flashback

—Señor lamento no haber llamado

—Dime donde están asi los ayudo a salir

—En la casona abandona de las afueras de Seúl Sofia la hizo remodelar

—Dime Will ella esta bien?

—Débil pero se mantiene fuerte

Del otro lado de la línea se escuchó un fuerte suspiro