Tonos oscuros

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Estábamos en el armario de gran extensión del departamento Khaos había echo que lo agrandaran para agregar una parte para mi mi parte había desde vestidos hasta las prenda mas simples las gavetas estaban llenas de lencería sexi de tonos oscuros de encaje

Me puse una ropa interior negra y la camisa de Khaos no quería vestirme

En el espejo se apreciaban todas las marcas que había echo en mi cuerpo sus manos marcadas en mi cadera sus mordidas en mis muslos sus chupones en mi cuello y senos

—Talvez fui un poco brusco lo siento—bajo un poco la manga de la camisa besando mi hombro

—Me duele todo no se como puedo mantenerme en pie—murmure

—Porque te gusta llevarme la contraria—gruño apegándome a el sintiendo su ereccion—Siente como me pones con tan solo verte

—Arréglalo tu solo me rompiste—exclame

—Quien me desafío—contesto pasando sus dedos por las marcas en mi cuello

—Tengo que tomar la pastilla—dije

Me acerque a la mesa de luz tomando la pastilla

Me dirigí a la cocina preparándome una taza de té negro y una de café para Khaos

—No iré a trabajar me quedare contigo no siempre tengo la vista de verte en ropa interior—murmuró tomando la taza

Me acerco a él sentándome sobre su regazo 

—Podría andar así por la casa—comente

El apretó mi cintura con fuerza

—No quiero matar a mis hombres por posar sus ojos en ti—susurro mordiendo el lóbulo de mi oreja

—E descubierto tu debilidad—exclame

—¿Cual?—pregunto besando mi cuello

—Yo usando ropa interior de tonos oscuros—conteste

—Eureka, como lo descubriste

—Solo tengo ropa interior de esos colores casualmente comprada por ti—exclame

—Mi verdadera debilidad eres tu y lo sabes, cada que sales lastimada por mi culpa o el simple echo de que te miren o te toquen me pone los pelos de punta y las ganas de asesinar a los malditos se intensifica en mi interior porque temo de que te hagan algo o te arrebaten de mi lado—informo

—Quien me va a llevar viendo tremenda marca en mi cuello—dije con gracia

—Muy graciosa

—Yo también te amo—sonreí besando su mejilla

—Mi reina

Beso mis labios.

 Su mano posaba en mi muslo apretándolo

—Llegas a subir esa mano y te la corto—temí por mi salud—Apenas me puedo mover

—No tengo problema en cargarte

—No soy inválida—murmure

—Segura

—Aleja tu mano de mi—exclame levantándome de su regazo

El tomo mi cintura volviéndome a sentar sobre el

—Prometo no tocarte—susurro 

Suspire descansando mi espalda en su pecho

—Me duele todo el vientre—murmuré—Tengo mi zona intima mas sensible

—Lo siento amor era tu castigo sabes que no soy benevolente—respondió masajeando mi vientre

—Ni con tu hermosa esposa—dije

—Sabes las consecuencias de tus actos pudo ser peor cielo—contesto

Dejo su taza sobre la mesa cargándome de forma nupcial hasta el sofá de gran extensión que había en el recibidor me dejo sobre el y fue trayendo cosas 

Dos mantas, unos cuantos chocolates galletas y dulce de leche

—Para recompensarte veamos un maratón de Harry Potter —exclamo

Me acosté sobre su pecho mientras ponía la pelicula el clima ayudaba con la situación un día nublado y templado los dos solos pudiendo respirar un poco de nuestras obligaciones

Antes que llegara mas desastres por lo menos pudiéramos tener calma aunque sea un poco

The red kingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora