Capítulo 33

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Narra escritora

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Narra escritora

~Tiempo después~

El aura que rodea al alfa es sumamente siniestra, llegando un punto que es asfixiante. Tarde o temprano iba a ocurrir, caerse en el hueco profundo y no encontrar alternativas para salir o creer que iba a hallar una salida fue infantil. Akai tenía una parte de razón, es una presa para una manada de lobos.

— Me alegro de que terminarás la p-preparatoria —. Las palabras últimas de la rubia fue suficiente para determinar nerviosismo —. ¿Y Makoto? Recuerdo que semanas atrás lo invitabas a casa para poder estudiar... ¿No deberías estar con él para celebrar que ambos terminaron sus estudios?

Byakuya había tenido una charla con su pareja, pues este mismo quería hablar un tiempo largo con su madre. Por una parte, el castaño no tuvo problemas con la petición, de hecho estaría en una cena de celebración con su familia porque Makoto sería el centro de atención en esta noche.

—Está con su familia —Dice —. ¿Necesitas decirme algo?

—¿Yo? —Se señala la mujer para luego saltar una risa no tan fuerte —. Para nada, estoy bien. Siempre con tenerte a mi lado es suficiente.

Con paso lento se sienta en el filo de la cama a lado de ella. Ambos Togami son inexpertos en romper la burbuja de tensión. La mujer se altera internamente por el movimiento de su hijo que es tomar su mano con delicadeza, no cabe duda de que es distinto a Akai, su esposo la tomaría con dureza sin importar las angustias de su corazón.

— Mamá —Hay sinceridad en su voz —. No puedo permanecer tranquilo, cuando eres cerrada. Cada día es tristeza al ver que la mujer alegre no exista en la mansión, sé que debo tomar en cuenta que mi padre me quiere casar con Kali y la presencia de ella. Lo que en realidad me preocupa eres tú.

— Estás equivocado, no soy de ment-

—No lo estoy —. Interrumpe, una línea en sus labios adorno si rostro de rasgos finos. Byakuya acaba de cortar sus palabras que por su perspectiva no fue correcto aquella acción por parte de su hijo —. Crees que tienes la razón. No la tienes para nada, dices estar bien, pero te veo apagada... ¿Cómo puedo estar en paz? Mi tranquilidad llegará cuando seas franca, quería que aceptarás para irnos lejos de aquí.

La rubia sintió que le cayó un balde de agua fría.

El fuerte empujón dejó sin respiración a Byakuya y atónito cae sentado al suelo. Su cara de incrédulo apareció, espantado de que las manos de su madre tomen sus propios cabellos largos. Su deseo único es no ver el sufrimiento de ella, que tenga un fin.

—Para ti es fácil decirlo... —. Con la cabeza baja detiene un sollozo —. Porque de seguro, eres capaz de no entenderlo.

—Si lo entendería... —Trato de abrazarla, pero a cambio recibe un manotazo y la única parte de su cuerpo afectada es su mano.

Me perteneces [Naegami/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora