El Ex Delincuente y Las Quintillizas

Capítulo 34

N.A: ¡¡Feliz Navidad mis queridos lectores!!. El capítulo de hoy es bastante corto 2500 palabras, pero espero que les guste. Por cierto...¡¡¡Argentina Campeón del Mundo!!! XD.

(POV Ryu)

Después de ser expulsado de la cabaña por el abuelo de las hermanas, tanto Mauro-San cómo yo estábamos pescando cerca del puente, en el mismo lugar dónde había estado pescando el otro día, ¿La razón?, sino pescábamos ambos una cierta cantidad de peces no podríamos regresar a la posada.

Ryu/Maruo: *Silencio*-.

Ryu: (Esto es incómodo pero...tampoco quiero hablar con el)-.

Realmente no quería hacer las "paces" con el, hasta podría decir que lo odiaba un poco, pero, cada vez que esté sentimiento de odio se generaba en mí...las sonrisas de las hermanas aparecían en mi mente.

Ryu: (...Pero el y Onee-San...Ugh...Si es por las hermanas...puedo hacerlo...pero antes de eso, debemos de aclarar algunas cosas...)-.

Ryu: ...Mauro-San-.

Mauro: ¿Qué?-. Preguntó sin mover su mirada de la caña de pescar.

Ryu: No me agradas para nada-.

Tanto que quiero golpearte en éste mismo instante, o al menos el "viejo" yo no dudaría en hacerlo.

Maruo: El sentimiento es mutuo-.

Ryu: Pero, también te respecto-.

Maruo: ...-.

Ryu: Adoptar a cinco chicas que no tenían relación de sangre contigo y tratarlas como a tus propias hijas...es algo que realmente respecto de todo corazón-.

Era muy sincero con mis palabras, cómo alguien que perdió a sus padres, sabía muy bien lo que es ya no tener un hogar antes de que Onee-San me adoptará, por eso mismo sabía que para las hermanas Maruo-San era lo mismo que lo que es Onee-San para mí, alguien importarte e insustituible en nuestras vidas.

Maruo: ...Lo que hice no es digno de admirar, por que ellas son mis hijas, sólo hice lo que debía hacer-. Dijo sin cambiar su expresión, al menos hasta que Ryu dijo.

Ryu: Lo que debías hacer, eh...¿Realmente lo hiciste?-.

Maruo: ¿Qué quieres decir?-. Preguntó un poco enojado.

Ryu: Sabes, puedo decir esto por experiencia propia y cómo alguien que estuvo conviviendo con ellas, Maruo-San tú...estás huyendo-.

Cuando dijes esas palabras, la caña de pescar de Mauro-San tembló un poco antes de voltear su mirada hacia mí, sus expresión era la misma pero sus ojos reflejaban complejidad, así que teniendo toda su atención continúe diciendo.

Ryu: Es verdad que a las hermanas nunca les faltó nada que sea material, pero olvidaste darle lo más importante...Afectó-.

Aunque no tengo recuerdos de mi padre, mi Mamá nunca dejo de darme afecto y amor, y aunque en hubo un momento en que no lo aprecie y hasta me queje por lo mala que era nuestra situación económica, ahora mismo son recuerdos importantes e irremplazables para mí y una confirmación más de lo que estúpido e inmaduro que era en ese entonces.

Ryu: (Onee-San también, aunque no es la que lo demuestran, siempre me cuidó, no sólo de manera material, sino también me dio amor y cuidado, aunque eso si, a su manera)-.

Maruo: ...-. El lo sabía muy bien, en lo más profundo de su corazón sabía que era verdad, que no había superado la muerte del amor de su vida, que cada vez que miraba el rostro de sus hijas, esos recuerdos dolorosos del pasado que no habían sanado...volvían a sangrar.