Infección

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Seguí sus indicaciones al pie de la letra. Blair ni cuenta se dio cuando ingresaron unos hombres a la habitación oscura donde nos tenían. El pinchazo que recibí en mi brazo y el ardor de ese líquido que entró en mis venas fue lo último que recuerdo. 

Cuando desperté, me encontré tapada con una bolsa negra de tela por encima, de la cual me deshice por el sofoco y la falta de aire. Mis pulmones por fin recibieron aire fresco debido a que la puerta trasera de la minivan donde nos tenían estaba entreabierta. Mis ojos ardían y veía borroso debido a la claridad que se asomaba por el cristal. 

Alcancé a ver a Blair al lado mío, estaba más descubierta que yo, pero aún inconsciente. Su rostro se veía sumamente pálido. Parecía un papel. Sus brazos estaban igual de mutilados a los míos por todos los pinchazos que nos dieron. 

—Blair, ¿me escuchas? Necesito que reacciones. 

Toqué su cuerpo y su temperatura corporal estaba elevada por las nubes. No reacciona ni siquiera a mis caricias. Tengo que encontrar un lugar frío. No puedo permitir que le suceda algo malo. 

A pesar de encontrarnos varadas en medio de la nada, las llaves de la minivan estaban sobre el asiento. No sé quién haya sido ese hombre, pero cumplió con sacarnos de ese lugar y le estoy sumamente agradecida. Ahora me toca a mí encontrar un lugar seguro para las dos. 

Cerré la puerta trasera, encendí la minivan, a la misma par del aire y me di cuenta de que tiene poco combustible. Aun así, no pienso rendirme. 

Me arde el estómago y estoy muy mareada. No recuerdo cuándo fue la última vez que comí algo sólido. 

Mientras manejaba con dificultad debido a la claridad, oí a Blair vomitando y tuve que estacionarme. Todo lo hice en segundos, aun así, no podía creer la cantidad preocupante de sustancia negra que había expulsado y seguía expulsando sin parar. Esa sustancia negra se movía y palpitaba, esta iba regándose con suma rapidez por el suelo y las paredes de la minivan. Era sumamente parecida a la que cubría a ese hombre de pelo rojo y a Luna. 

«¿Acaso está infectada con lo mismo?». 

Yo vi cómo esa sustancia transformó a Luna, ella nos atacó, sin importar que estuviéramos de su parte, era bastante evidente que no estaba en sí como para actuar así. Esa cosa la estaba controlando. 

Sus ojos ya no eran esos faroles rojos que la caracterizaban, estos se habían tornado de negro en su totalidad y me observaron con una atención que hizo vibrar todo mi cuerpo. 

—Blair, dime que aún eres tú—mi voz salió temblorosa, por unos instantes olvidé cómo respirar. 

Las venas de su cuello comenzaron a brotarse, era un claro indicio de que nada en ella andaba bien. Justo cuando me repuse e intenté retroceder un poco, oí el impacto de algo que cayó en la capota de la minivan y el movimiento abrupto de lo que haya sido. Blair saltó sobre mí, como si hubiera reaccionado por el impulso del momento y con intenciones de protegerme. La puerta trasera se abrió de par en par y alcancé a ver un rostro conocido que me dejó haciendo cruces. 

—¿B-benjamín? 

Encadenados IV •Tetralogía Mortal• [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora