Leonor
Han pasado varios días desde que llegamos aquí, Blair y la novia de Benja todavía siguen muy mal. No ha habido ninguna mejoría, pese a que los hemos mantenido en bajas temperaturas. Ninguna de las dos han mostrado ningún tipo de comportamiento errático, pero es poco lo que reaccionan a estímulos.
Hubo un insistente toque en la puerta y Benjamín agarró el cuchillo más cercano que encontró en la cocina para asomarse por el agujero de la puerta.
—¿Quién es? Se supone que nadie sabe dónde estamos—le cuestioné.
—No estamos armados, tampoco representamos un peligro para ustedes. Es totalmente comprensible que en estas circunstancias no confíen en nadie, pero les aseguro que no estamos aquí para lastimarlos, todo lo contrario, queremos ayudarlos. Ustedes no nos conocen, pero nosotros sí lo hacemos. Están desesperados y quieren soluciones, y estoy aquí para brindárselas.
Benjamín estaba dudando en abrir.
—Si sabe de nosotros, significa que estamos en peligro. Nos han encontrado. Tienen que ser de esa gente—Benja apretó la base del cuchillo.
—Queremos ayudarlos, pero más que eso, que nos ayuden a recuperar a mis padres, por favor—era la voz de una niña que estaba al otro lado de la puerta.
«¿Vinieron con una niña? ¿Quiénes son y qué es lo que quieren?».
—Abre, Benja—le pedí.
—No voy a abrir.
—Por favor, hazlo. Si quisieran hacernos daño, ya hubiesen derribado esa puerta.
Abrió la puerta con cautela, manteniendo una distancia prudente. Había dos hombres, uno bastante mayor físicamente hablando y otro que lucía un poco más joven. Jamás en mi vida los había visto. El de cabello rizo y negro traía consigo un maletín plateado, mientras que el otro tenía pinta de ser un guardeespaldas. La niña físicamente lucía como de unos diez años. Por alguna extraña razón, sentí cierta familiaridad con ella.
—¿Quiénes son y qué quieren de nosotros?
—Mi nombre es Lenny, él es Marcus y ella es Amari; deben saber quién es, pues la conocieron cuando apenas era una bebé.
—¿Amari? —mis ojos se engrandecieron—. ¿La hija de Luna y Doce? No, eso no es posible.
—Su desarrollo y crecimiento ha sido extremadamente rápido, no hemos podido controlarlo, pero eso no es lo que vinimos a hablar aquí. Escúchenme atentamente; mis hermanos, mi sobrino y sus esposas están encerrados en el mismo lugar donde los tuvieron a ustedes retenidos.
—¿De quiénes hablas? ¿Quiénes son tus hermanos?
—Dereck y Doce son mis hermanos. Ian es mi sobrino y Amari también lo es. ¿Ahora lo entienden? Estamos del mismo lado.
Desconocía que ellos tuvieran otro hermano.
—¿Cómo podrás ayudarles? Ni siquiera nosotros sabemos dónde nos tuvieron encerrados.
—Nosotros encontramos la ubicación del laboratorio subterráneo, pero será difícil tener acceso sin su ayuda.
—Por más que queramos, nosotros no podemos ayudarlos. Hemos perdido nuestros poderes y tenemos a dos de nosotros infectados con un parásito que los está consumiendo poco a poco.
—Mi tío los puede ayudar.
—Así es. He encontrado una fórmula que podría ayudarles a restablecer y fortalecer su sistema inmunológico, quien actualmente está comprometido con ese parásito.
—¿Y tú cómo sabes lo del parásito?
Él miró a Amari y ella me observó a mí.
—¿Ella también está infectada con ese parásito? Pero ¿cómo se contagió también?
—Fue él—confesó Amari, mirando a Benjamín.
—¿Benjamín? Eso es imposible. ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde?
—Son muy vagos los recuerdos que tengo, pero él aparece en ellos.
Ahora que lo pienso, Benjamín y su novia fueron quienes la secuestraron esa noche que nos capturaron. ¿Acaso fue en ese momento? Ellos estaban siendo controlados por Emilia. Fue ella quien creó ese parásito.
—¿Y qué hay de esa fórmula? ¿Cómo la descubriste? ¿Tú eres como ellos?
—No, pero encontré la fórmula en un lugar secreto donde solía esconderse mi madre. No la he puesto a prueba, serían los primeros, así que no sé si funcione. No perdemos nada intentándolo. Si esto funciona, podríamos encontrar la forma de atacarlos por sorpresa y sacarlos de allí.
Amari presionó su cabeza por ambos lados y cayó de rodillas, cerrando con fuerza los ojos y quejándose de dolor.
—¿Qué tienes? ¿Estás bien? — le cuestioné preocupada.
Intenté socorrerla, pero Lenny se puso de rodillas al lado de ella y la abrazó.
—¿Puedes verlo? — le preguntó—. ¿Qué está haciendo? ¿Qué está sucediendo?
—La está atacando. Va a matarla—negó varias veces con la cabeza, apretando aún su cabeza.
—¿De qué hablas? ¿A quién va a matar?
—A esa mujer que intentó ayudarlo. La está lastimando. Hay que ayudarlos. Él no quiere hacerlo. Alguien lo está obligando. Él no haría algo así.
—Cálmate, todo estará bien.
—Tío, si la mata, él también sufrirá.
—Esfuérzate un poco e intenta entrar en su mente. Tú puedes.
—No puedo. Hay algo que lo impide. Es más fuerte que yo, tío.
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Encadenados IV •Tetralogía Mortal• [✓]
Storie d'amoreEn su ardua lucha por mantener en secreto sus identidades, sobre todo, el peligroso y misterioso virus que llevan en su sistema, con tal de llevar una vida normal en la sociedad, al final, tuvieron que asumir la derrota tras ser capturados. Dicen q...