Operación

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Mientras observaba a Vladimir tendido en la camilla, mi mente se llenaba de preocupación y ansiedad. Sabía que el tiempo jugaba en nuestra contra y que debíamos tomar una decisión pronto.

Robert se acercó a mí, compartiendo mi inquietud, y entablamos una conversación en susurros para no perturbar el sueño profundo de Vladimir.

—Entiendo que la extirpación quirúrgica sea una opción arriesgada y llena de incertidumbre— dijo, con su voz cargada de seriedad—. Pero el tiempo no está de nuestro lado. Cada minuto que pasa, el parásito se afianza más en su organismo. Si esperamos demasiado, podría ser demasiado tarde.

Asentí, comprendiendo la urgencia de la situación.

—Pero los riesgos... Sabemos que una operación de esa magnitud puede tener consecuencias graves. ¿Estamos seguros de que es la única opción?

Robert suspiró, apoyando su mano en mi hombro con empatía.

—Comprendo tus preocupaciones. Pero debemos considerar que encontrar un antídoto definitivo puede llevarnos mucho tiempo. Semanas, meses, incluso años. Y durante ese tiempo, el parásito continuará devorando la humanidad de Vladimir. No podemos permitirnos esperar tanto.

El peso de la responsabilidad se apoderó de mí. Sabía que estaba en juego la vida de Vladimir y también la seguridad de todos aquellos que amábamos. Tragué saliva y tomé una decisión.

—Tienes razón. No podemos arriesgar más vidas ni permitir que el parásito se fortalezca. Si la extirpación quirúrgica es nuestra única opción para salvar a Vladimir y proteger a los demás, entonces debemos proceder. Pero sé que los riesgos son altos, y debemos estar preparados para enfrentar cualquier complicación que surja. ¿Cuentas con lo necesario para un procedimiento de esa magnitud?

—Sí, pero te necesitaré cerca. No es la primera intervención que me toca realizar, pero a diferencia de esas otras, esta es la más riesgosa.

—¿Qué sucederá con el parásito una vez que sea removido del cerebro de Vladimir? —pregunté, buscando una explicación más detallada. Necesitaba comprender cómo actuaríamos una vez que lográramos extraerlo.

Robert frunció el ceño, pensativo, antes de responder.

—El parásito, al estar fuera de su huésped, se encontrará en un ambiente hostil para su supervivencia. Su vida dependerá de su capacidad para encontrar otro organismo vulnerable al que pueda infectar. Sin un huésped adecuado, el parásito se debilitará gradualmente y finalmente morirá.

Mis pensamientos se agitaron al escuchar esto. Era una noticia alentadora saber que el parásito no podría sobrevivir sin un huésped, pero al mismo tiempo surgían preguntas sobre cómo asegurarnos de su total exterminación. La lucha no terminaría con la extracción quirúrgica, sino que deberíamos tomar medidas adicionales para erradicar por completo la amenaza.

—Entonces, una vez que removamos el parásito, ¿qué haremos para asegurarnos de su eliminación definitiva? —pregunté, sintiendo la necesidad de planificar cada paso con cautela.

Robert suspiró, mostrando cierta preocupación en su rostro.

—No será suficiente con la extracción quirúrgica. Deberemos tomar medidas para deshacernos de cualquier rastro del parásito y evitar que se propague. Necesitaremos realizar análisis exhaustivos, buscar posibles remanentes en el organismo de Vladimir y, si es necesario, llevar a cabo un protocolo de descontaminación en el área donde realizaremos la cirugía.

Asentí, comprendiendo la magnitud del desafío que teníamos por delante. La batalla no terminaría con la extracción del parásito, sino que debíamos ser minuciosos en nuestro enfoque para asegurar su completa erradicación.

Encadenados IV •Tetralogía Mortal• [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora