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La cita organizada por HyunWoo había cumplido su único objetivo pero a la vez despertó nuevos que incluso el alfa creyó imposibles de conectar.
La cálida mano del omega lo obligó a buscar una excusa para abandonar su compañía y entre los lugares más preciosos que conocía, eligió presentarle un espacio que compartía con un círculo muy reducido de personas, dónde sólo él y su abuela eran partícipes.
—Te encantará. — dijo el alfa con un sentimiento que desconocía pero se sentía dichoso de él.
De los omegas que compartieron un momento a su lado, ninguno tuvo tal privilegio de conocer más allá de su cuerpo.
En las afueras de la ciudad, una pintoresca casa se aparecía entre los árboles lejos de la carretera y cualquier camino cercano que pudiera conducir a ella. Se notaba pequeña, acogedora, sin lujos de los que HyunWoo era conocía lo cuál sorprendió al más bajo pero supuso que lo que enriquece su valor era su historia, principalmente por la sonrisa del moreno al ver aquél lugar justo como lo recordaba.
—Déjame ayudarte. — pidió con la mano extendida a su omega ayudándole a bajar del auto. KiHyun aceptó la ayuda.
—¿Creciste aquí?
—No, quizás es el motivo por el cuál soy así. — rio — Esta es la casa que mi abuela construyó junto a su gran amor antes de que la obligaran a casarse. — contó.
KiHyun abrió los ojos sorprendido.
—Mi bisabuelo encontró al joven indicado para ella pero fue a quién siempre amó. Él construyó este lugar cuando se enteró del matrimonio. Quisieron huir, escapar del clan y su gente pero los buscaron día y noche hasta dar con el paradero de la heredera. Mi abuela nunca fue una mujer cariñosa, ni siquiera con sus hijos. Jamás recibí una demostración de afecto de su parte pero no puedo recriminarle nada cuando sé que no se le ha permitido amar jamás. Tras la muerte de mi abuelo, visitaba este lugar con frecuencia y me traía consigo porque de alguna manera yo le recordaba a él.
—¿Y tu abuelo? — se atrevió a preguntar.
—Sé que se amaron alguna vez, pero sólo fue un instante.— Contó. El alfa se veía inmerso en sus recuerdos, una nostálgica sonrisa se pintó en sus labios pero pronto recordó la realidad, su realidad. —KiHyun, lamento por lo que has tenido que pasar. Prometí cosas que no pude cumplir.
El omega asintió, disculpando al contrario pero sin saber qué decir.
—Sé que te he dicho que nuestras vidas seguirán su curso normal después de la boda pero me temo que no es así. Mi tío está de regreso y las sospechas de que este matrimonio es falso están por doquier.
La mirada baja de KiHyun motivó a HyunWoo para tomar su barbilla obligándolo a alzar la vista.
—No quiero hacerte daño. — musitó. La yema de sus dedos acariciaba la mejilla del omega con delicadeza, bajando hasta alcanzar sus labios que entre abiertos incitaban al alfa a pecar.
