15. 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚

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—Señor Son, tiene visitas

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—Señor Son, tiene visitas.

HyunWoo alzó la vista desde atrás de la pantalla. Llevaba puesto anteojos a pesar de su buena vista, eran de descanso según su médico pero acostumbraba a ponerlos siempre que trabajaba en su computador y, casualmente, odiaría que alguien irrumpiera en su oficina cuando los tenía en uso.

—Dile que entre. —dijo acomodándolos sobre el puente de su nariz.

—¿Desde cuándo no haces un escándalo porque te visito? Has cambiado, Son.

El alfa rodó los ojos, regresando a ver los cuadros que tenía en excel con miles de números que no cualquier mortal entendería.

—Vete, Seok. —gruñó.

—¡Ese es mi lobito! —se burló. HoSeok tiró de la silla frente al escritorio y se sentó como si fuese su propia oficina.— ¿Hace cuánto no nos vemos? Desde que te casaste desapareciste.

—Estoy ocupado, vete. —dijo HyunWoo sin ponerle atención a lo que decía. HoSeok jugaba con una lapicera entre los dedos, como si fuese un niño pequeño. HyunWoo se replanteó la idea de querer hijos, le bastaba con su amigo.

—¿A qué hora te vas de aquí?

—A las seis.

—¿Puede ser antes? Necesito que me acompañes a comprar unas cosas.

—¿Qué sería ese algo? —preguntó comparando lo que tenía en la computadora con las hojas impresas sobre el escritorio.

—Encontré una omega el otro día, buen cuerpo, buenos ojos… creo que podría ser ella.

—¿Estás comprando omegas o algo así? —dijo HyunWoo viéndolo a la cara. De pronto el interés que tenía por aquellas tablas digitales desapareció.

—¿Qué? No. Quiero comprarle flores.

HyunWoo rodó los ojos otra vez. —Ve tú solo.

—¡Hyung! Te necesito.

—No tienes quince, HoSeok. Ve. Tu. Sólo.

—¡Hyung, lo digo de verdad! Necesito tu ayuda. Yo… yo no sé qué flores comprar.

—¿Es una broma?

—¡No!

—Ni siquiera un Lobezno hormonal tiene problemas como este— se quejó HyunWoo por lo bajo— es ridículo.

Pero HoSeok, cuya paciencia había llegado al límite, explotó:

—¡No siento el aroma de las flores!

HyunWoo lo miró confundido. Toda su atención estaba ahora en HoSeok.

—Explícate.

—Tengo un resfrío o yo qué sé pero… no siento el aroma de nada.

𝐏𝐥𝐞𝐧𝐢𝐥𝐮𝐧𝐢𝐨 ❩ ˢʰᵒʷᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora