9. 𝐑𝐞𝐮𝐧𝐢𝐨́𝐧

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Su traje lucía impecable

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Su traje lucía impecable. Las extensas mangas negras de su saco negro rozaban sus muñecas mientras con un mínimo esfuerzo ajustaba su corbata, camino a la empresa dónde su presencia había sido solicitada temprano en la mañana.

Nadie dentro del lugar se sorprendió de su repentina aparición, era alguien más que conocido en esa zona pese a trabajar en una oficina al otro lado del edificio y el rumor de que sería el siguiente propietario lo volvía inmune a ciertos protocolos del lugar. Él, por ejemplo, no necesitaba de una credencial y estaba lejos de ser llamado descortés aún si no saludaba a quienes se cruzaba en el camino.

—Buenos días, señor Son. — saludó su secretaria. Alta, delgada, estilizada, cabello oscuro recogido en un bollo y leves mechones cayendo por su frente mientras. —Su padre espera por usted en la sala de conferencias. Debe apurarse si no desea llegar tarde.

—Gracias. — respondió seco, corto de tiempo como para añadir algo sobre su vestido que parecía haber sido diseñado a su cuerpo o por cabello recientemente tintado.

Sin haber tomado el picaporte de la puerta, cambió de dirección hacia otra parte del edificio. Salió de la casa con el tiempo justo, no era conocido por ser impuntual pero tampoco quería generar ese tipo de imagen ahora que tendría un nuevo título junto a su nombre.

La habitación estaba en silencio pero no titubeó al momento de entrar, tenía vasta experiencia en el rubro que le permitía bloquear cualquier tipo de nerviosismo existente y estaba más que agradecido de ello a pesar de las tantas de miradas ubicadas en él.

—Siento la tardanza, mi padre me dio mal la dirección y al parecer soy el último en llegar. — Rápidamente paseó su vista por el amplio salón, dónde mesas colocadas en forma de "u", varias sillas y micrófonos junto a sus respectivos ocupantes esperaban el inicio de la reunión.

La gente comenzó a murmurar mientras él llegaba a su silla. Su nombre escrito en la placa brillaba pero creía que se vería aún más llamativo en el futuro, cuando "director" se posara al final.

Miró a su padre, que pendiente del reloj en su muñeca ni siquiera notó su presencia.

—Padre, aquí estoy.

—Toma asiento, HyunWoo. Esperamos a alguien más.

La severa mirada de Son mayor caló sus huesos y se limitó a asentir ubicándose en su puesto. Mirando otra vez a su alrededor, el moreno trató de adivinar de quién hablaban más no llegó a una conclusión certera, todos sus conocidos yacían allí.

En su celular observó aliviado de que faltaban 3 minutos para la hora que su padre le indicó y se dispuso a esperar junto al resto.

—Señor Son. – Un accionista a su lado extendía su mano a la espera de saludarlo.

—Señor Lim — giró — ¿Cómo se encuentra?

—Bien, gracias por preguntar. Mi esposa y yo estamos sumamente arrepentidos por no poder haber asistido a la boda, muchos han dicho que fue de ensueño y quise felicitarlo. Me alegra que haya podido encontrar con quién compartir su vida, comenzábamos a creer que estaba maldito.

𝐏𝐥𝐞𝐧𝐢𝐥𝐮𝐧𝐢𝐨 ❩ ˢʰᵒʷᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora