Promesa Cyder

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Capítulo 1

Asher.
"Crea una vida que ames"

Oh, maldita sea.

La mayoría me observaba y me analizaba con la mirada. Sus ojos escudriñaban cada parte de mí y sonreían con un gran júbilo cuando la caja anunció quiénes serían mis elegidas. Me mantuve sereno, mientras esperaba que las anunciaran, pero antes de eso, Keaton se posó a mi costado y ambos nos miramos.

¿Qué?

-Asher, un paso al frente-me pidió Darren, a mi costado con la vista fija en el libro sobre la pequeña plataforma.

-Bien.

Darren murmuró algo para sí mismo antes de dar un paso atrás y desplazarse hasta quedar a unos metros lejos frente a mí. Me sonrió y extendió sus manos.

-¡Valezca, Lez y Alden!

Mis mejillas se hincharon de lo rojas que ahora se encontraban.

¿Tres?

Espera... ¡¿TRES?! Oh, maldición.

-Asher Dumbar-automáticamente dirijo mi atención a Darren-¿Acepta a sus elegidas? Para amarlo y respetarlo hasta la muerte, serle fiel y solo complacerlo a usted y hacerlo feliz.

¿Qué demonios?

Mis ojos habían salido de mis cuencas, prácticamente falso, pero de alguna forma lo sentí así. Mi mirada vagó por cada persona, tomándome mi tiempo para procesar la nueva información. Mi garganta se secó de sopetón y entreabrí los labios y mi nariz se movió pidiendo oxígeno.

-Asher, di algo...-susurró Keaton a mi lado.

Asentí.

-Yo-yo... disculpe, ¿puede repetirlo?-Darren asintió sin ningún problema.

Mi mirada se encontró con la de Valezca y suspiré, sintiendo el temblor arrasando con todo a su paso por cada partícula de mi cuerpo.

-Joven Asher Dumbar, ¿Acepta a sus elegidas? Para amarlo y respetarlo, serle fiel y solo complacerlo a usted y hacerlo feliz hasta el día que su último respiro de aliento sea dado.

Maldición.

Asentí, sin pronunciar ninguna palabra. Las gotas de sudor se deslizaban por mi espalda y en mi frente y no podía más con la presión.

-Ah, sí, sí... claro-acepté, mirándolas de soslayo.

Sus miradas estaban puestas en mí con curiosidad. Una de ellas estaba mirándome con muchísima intensidad, como si quisiera lanzarse sobre mí y devorarme como una piraña.

Ay, Dios.

Mi garganta volvió a secarse y el sudor comenzaba a ser molesto mientras recorría zonas que jamás creí que pasarán. Keaton me golpeó la cadera con su muslo y me miró con extrañeza.

¿Por qué me estoy comportando así?

-Entonces, por el poder que me fue otorgado por el antiguo consejero de Cyderwille, los declaró elegidos hasta la muerte. Pueden retirarse y festejar esta gran noticia. ¡Felicidades!-el vitoreo provocó que mis oídos dolieran. Las palmadas de varios hermanos en mi espalda y abrazos de chicas que jamás en mi vida conocí fueron dados.

Busqué a Keaton con la mirada, pero no logré hallarlo por ningún lado. Seguía sintiendo los golpes en mis hombros, pero mi cabeza giraba en torno a mi alrededor, pero no encontraba a ninguno de mis amigos.

¿Dónde están?

-¡Asher!-escuché una voz femenina llamándome. Fruncí el ceño y la busqué con la mirada-¡Asher!-por segunda vez y no encontraba nada.

Hasta que la dulce caricia de una mano se posó sobre la mía, me giré rápidamente buscando al causante y me encontré con Valezca. Ella sostuvo mi mano y me miró fijamente con las mejillas ruborizadas. Tenía los labios húmedos y el brillo en su piel se hizo notorio cuando una luz se posó sobre nosotros.

Su cabello ahora estaba desordenado y fue inevitable no alzar mi mano y meter mechones de su cabello detrás de oreja. Ella suspiró y me siguió mirando antes de mirar sobre su hombro y entrelazar sus manos con las mías. Me empujó entre la multitud y me sacó de ahí como una auténtica profesional en guardia.

Al cruzar la entrada, logré ver a Keaton hablando con Darren y el coro de la gente siguió creciendo hasta ya no oír más, dándome cuenta que ya no estaba en la sala, sino que estaba en el pasillo con Valezca tomándome de las manos y sus hermanas contra la pared, esperándonos.

Un silencio un tanto incómodo se creo entre nosotros. Trague saliva y mire a las tres mujeres que probablemente me van a provocar una taquicardia por todas las emociones que estoy teniendo en este momento.

-Ah, hola...

(...)

-¿Es peligroso? ¿No les causará algún daño a ustedes?-pregunto.

Mi mirada se encuentra con la recién llegada. Tatum suspira y me agarra de los brazos antes de sentarse frente a mi.

-Las chicas y yo hemos hablado sobre esto desde antes de que la caja te seleccionara como su elegido. No teníamos ni idea de que iba a ocurrir esto, pero no hay vuelta atrás. Esto tiene que llevarse a cabo o no acabará nunca la confrontación que estamos teniendo con "Germain"

Analizo su comentario. Ellos estaban planeando esto desde antes de que todo esto ocurriera. Claramente no puede darse marcha atrás, si ya está absolutamente planificado, ¿por qué cancelarlo? Es el trabajo de mis "elegidas" yo no puedo meter mis narices donde no me corresponde.

-Entiendo.

-Las chicas estarán fuera del planeta en dos dias más. Te quedarás en casa, conmigo y Keaton hasta que la situación se haya relajado y puedas volver a ver a tus compañeras.

-¿Entonces no podré ir a la casa que nos corresponde? Como pareja, a eso me refiero-la ceja de Tatum se alza y mira sobre sus hombros.

El trío estaba sentado detrás de Tatum, todas juntas con las manos unidas sobre sus muslos.

-Eh, no. La casa se mantendrá en vista hasta que ustedes puedan entrar juntos. Mientras tanto, como dije anteriormente, estarás conmigo en casa.

Fruncí el ceño.

¿No sería más adecuado tener la casa para mí? Ellas llegan y listo, eso sería todo. No es que no quiera estar en su casa, pero también necesito mi privacidad. Desde que llevo compartiendo habitación con Keaton, me ha encontrado ya cuatro veces en situaciones incómodas, y yo a él. Entonces, claramente necesito mi privacidad.

-Está bien.

Me muevo hacia la izquierda y miró sobre el hombro de Tatum, sonriendo levemente a las chicas. Las tres no han quitado ni por un mínimo segundo sus miradas de mí. Eso me pone un tanto inquieto.

-Les deseo lo mejor allí arriba y todo eso que hacen-asiento, con desconocimiento. Valezca bufa y se levanta, pasando a Tatum y me extiende la mano.

-Prometemos mantenerte en todos nuestros pensamientos y que cada vez que estamos en peligro, manifestemos que en un par de días estaremos junto a ti en nuestro hogar. Promesa Cyder.

Pestañeo.

¿Qué? El latido de mi corazón comienza a retumbar con más fuerza y lo escucho en mis oídos. Miró a Tatum y ella asiente con una mano sobre su corazón.

Otro día más volviéndome loco con sus consumares raras.

Asher #3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora