Asher #3

Chico raro

Capítulo 23
Lez
"Nadie va a ser yo por mí."

¿Por qué me siento tan insegura?

¿Por qué no puedo dejar de sentirme ansiosa?

Jamás había tenía este tipo de emoción en alguna de mis misiones. Dejo salir una gran exhalación cuando siento la presión intensa en mi esternón. Un suspiro tembloroso sale mientras inspecciono a mi alrededor.

La mano de Savage se movió frente a mis ojos y se acercó cuando abruptamente me tuve que recargar contra una pared, deje caer la cabeza contra la pared ante la intensa necesidad de liberar esta tensión.

—¿Estás bien, Lez?—inquirió. Me coge de los hombros y me obliga a mirarlo cuando sus manos se posan sobre mis mejillas y me observa fijamente.

—Me siento extraña...

Sus cejas se fruncen y deja caer sus manos, detallándome el rostro con curiosidad.

—¿En que sentido?—pregunta.

Abro la boca y me tocó el pecho al sentir una nueva punzada. Muevo mi pierna en el lugar donde estoy parada y trato de relajarme con respiraciones lentas y constantes.

—Me duele el pecho... me siento ansiosa. Es raro, jamás había sentido esto—señale encogiéndome de hombros.

La cabeza de Savage cae hacia un lado y agarra el arma que dejó en su bolsillo trasero.

—Lo que sientes es por tu compañero—murmura, mirándome de reojo.

—¿Eso se puede?—pregunto curiosa, acariciando mi pecho al sentir nuevamente esa presión.

Él asiente y se pasa una mano por la cabeza, pendiente de nuestro alrededor.

—Las emociones y sentimientos se comienzan a sentir cuando el vínculo está en su etapa final. Claramente ustedes han avanzando demasiado y se han acercado bastante, así que sientes las emociones de tu compañero como si fueran tuyas, así como él siente la de tus hermanas—explica, dejando su mirada púrpura bailar por un par de edificios.

—Entiendo...

Me mira y sonreí de lado.

—Trata de recuperar tus emociones y concentrémonos en salir de este lugar y logres ir donde tu compañero—miro mis pies y agarro mi arma, regulando mi respiración mientras obedezco a Savage—No dejes que sus emociones te desconcentren.

Lentamente cierro los ojos y respiro hondo y luego suelto el aire. Abro los ojos cuando me siento más tranquila y miro a Savage sonriéndole cuando él se toca el pecho y mira hacia otro lado.

—Vámonos.

Asiente con la cabeza y rápidamente camina alejándose de mí. Sus ojos morados miran alrededor de nosotros y levanta su brazo, observando su reloj.

(...)

Los pasos fueron silenciosos, pero ahí están.

Agudizo mis sentidos y oigo el latir rápido de un corazón detrás de la pared. Su respiración es controlada, como si supiera que nosotros estamos aquí... me alejo de la pared y miro a Savage que sostiene su arma contra su boca.