Rescate

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Capítulo 22

Valezca.

"Me encanta cuando nos miramos y me sonríes."

Mi arma cayó sobre el suelo de cemento y saque mi espada de mi espalda, moviéndola entre mis manos, apuñalando a uno de los atacantes. Me moví hacia atrás con rapidez y agilidad al ver venir un puño en mi dirección. Desde mi derecha había otro atacante con ambas manos con dos tenedores grandes y filosos.

Los sonidos de lucha a mi alrededor se intensificaron por cada guardia que volvían a pelear para proteger su edifico. Hasta que todo acabo, Travis lo hizo dándole un golpe final a uno de los guardias con el mango duro de su bastón de pelea. Muchos guardias estaban apilados contra una esquina de un pequeño cuarto de lavado. Travis cerró la puerta y miró a su alrededor, respirando aceleredamente.

Mi reloj dio un pitido.

-¡Cubranse!-exclame, poniendo mis manos sobre mis oidos. Me acurruque contra una pared. Aún con los oídos tapados, sentí el fuerte impacto de la segunda bomba en la zona telurica de este lugar. Esto no estaba en los planes, pero al ver que no muchos guardias fueron, este fue nuestro plan B.

Cuando el temblor cesó y las paredes dejaron de tiritar, mis soldados se levantaron e impeccionaron el lugar. Todo en orden.

-Dinos por donde ir, Valezca-mandó Travis, recogiendo una espada del suelo. La colocó contra su cinturón magnético y me miró detrás de la máscara que nos cubría la mitad del rostro.

Debemos salvar a las chicas.

Me giré y camine lentamente por un pasadizo angosto que se volvía cada vez más estrecho conforme caminábamos hacia el final. La húmedad y el olor a desagüe se sintió tan intenso en esta parte que mis sentidos se vieron afectados, pero arrugando mi nariz, observé mi reloj con el marcador de vidas. Habían cuatro puntos rojos unos metros más allá de nosotros, así que desvíe mi camino hacia la derecha y seguí caminando lentamente, me encontré con unas escaleras que tuve que bajar y revisar con mis auriculares.

Nada, todo estaba bien.

Al acercarnos cada vez más, la respiración de los soldados y el olor iba creciendo. Era asqueroso y horrible. El olor a azufre, a húmedad y desagüe se combinaron. Apreté mis labios en una línea, mirando fijamente el camino por delante. Todo estaba iluminado tan solo con unas antorchas plegadas en las paredes.

-A unos metros estará nuestro objetivo-dije, dando un repaso a mis espaldas. Travis me golpeó con su hombro al pasar por el estrecho lugar y suspire-Dash y Rosen, revisen la entrada y avisen en caso de cualquier invasión.

-A la orden-murmuraron los gemelos.

Dos chicos se separaron del grupo y caminaron en dirección contraria. Mis pies comenzaron a tocar agua y mientras caminaba por ahí, el sonido de algunas animales se oía. Joder, que asqueroso.

Solo quería volver donde mi compañero y quedarme con él. Besarlo nuevamente y abrazarlo.

¿Él sentirá lo mismo que yo? ¿De besarme? ¿De tocarme? ¿De abrazarme? Parpadeo volviendo a la realidad.

Valezca, deja de desconcentrarte.

Mire la hora en mi reloj.

Nos quedaba tiempo.

(...)

A mi alrededor todo estaba sumido en un silencio tenebroso. Podía escuchar el cálido aliento de mis compañeros de equipo y el palpitar suave de vidas detrás de las paredes de los túneles. ¿A donde estaban? No lo sabía. El mapa en el reloj de mi muñeca me señalaba a mi izquierda, pero al acercarme, me encontraba con una muralla húmeda.

Asher #3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora