Respira

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Capítulo 8

Asher

"Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti"

Deje de respirar al verla entrar al comedor. Sus muslos gruesos y sedosos fueron los primeros a donde mis ojos dieron a parar. Maldición. Que belleza de mujer. Lamí mis labios y elevo lentamente la cabeza hasta posarla en su rostro ruborizado. Su cabello estaba suelto y caía sobre sus hombros con ondas en las puntas. Su cuerpo cubierto por un vestido de tirantes negro y ajustado.

Mierda.

-Guao... Te ves preciosa-murmure sin aliento. Alden sonrió con galantería y camino hasta mi. Sus caderas se movieron más de la cuenta, posando sus manos sobre su cintura. Estaba modelando para mí.

La recibí con una sonrisa de lado.

-Vamos a ir a una fiesta, mi precioso elegido. Así que arréglate. Yo te esperaré aquí-Fruncí el ceño.

-¿Qué?

Alden rodó sus ojos y movió su cabello detrás de su oreja, mientras recargaba sus codos sobre la mesa.

-Tú y yo en una fiesta.

Sus caderas se movieron y mi garganta tragó saliva ante este sensual movimiento. Que bonita.

Mierda, Keaton tenía razón. Tengo las bolas azules, realmente Keaton tenía razón, muchísima.

-Alden, no creo que sea lo adecuado. Tus hermanas no están...

Alden me interrumpió, posando su dedo índice sobre mis labios. Los delineó suavemente y aquello me causó un escalofrío. Trague saliva y nuevamente deje de respirar. ¿Qué es esto que siento?

-Quiero que salgas conmigo a divertirte, Asher. Deseo que te distraigas de todo y puedas soltarte, siempre estás tenso y en silencio, así que vamos. Te llevaré sobre mi hombro si te sigues negando-respondió rápidamente, pestañeando varias veces en mi dirección con burla.

Es como una niña pequeña.

-Necesito estar lúcido para mañana. Recuerda que mañana tendré mi primera sesión con el terapeuta. Quiero estar bien para ustedes y para confesar todo lo que tengo acumulado... no veo correcto salir un día antes-negué con la cabeza, frunciendo mis cejas.

Alden suspiró y sacó una silla del mostrador, acercándola a mi lado. La dejo frente a mis piernas y se sentó, tomando dulcemente mis manos.

-Yo quería salir contigo para que te distrajeras de todo esto. Prometo no hacerte ingerir ninguna sustancia alcohólica. Te lo juro, pero ven conmigo. Baila conmigo-sus labios se removieron y crearon un puchero.

-Alden...

Ella lloriqueó y se levantó, entrando lentamente a mis piernas. Me tomó de los hombros y con mera suavidad comenzó a subirlas hasta tocar mis mejillas. Se acercó e instaló su cabeza sobre mi pecho, mi corazón se aceleró de inmediato tan pronto como su piel hizo contacto con la mía.

-Por favor...-susurró con voz aniñada, mirándome sobre sus pestañas. Miré hacia abajo y trague saliva, observándola.

Su perfume llegó a mis fosas nasales. Era un olor dulce, como la miel, pero no era de esos que hostigan, era de esos que te hacen querer inhalar muchas veces de lo exquisito que es. Parezco un raro en este momento... Asher, Dios, ¿qué haces? Sentí sus brazos bajando y rodeando mi torso, dándole un apretón cariñoso. Observé su posición y volví a tragar. Tenía la columna levemente inclinada y sus rodillas casi tocando el suelo. Su vestido se había subido, pero gracias al cielo no podía ver nada. No sería correcto.

Asher #3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora