Verlas

53 9 5
                                    

Capítulo 25
Asher.

"Eres suficiente. Punto."

La pista estaba tan desierta. Se podía observar el conjunto de arena moviéndose por el asfalto color azul. Las luces que estabas repartidas por varios sectores comenzaron a encenderse e iluminar la calle vacía. Estaba oscureciendo y Lez aún no llegaba.

Apoye mis palmas contra el cristal y miré la pista con esperanza de verla llegar de inmediato.

-¿Cuándo llegará Lez?-pregunte.

El chico que monitoreaba la nave de Lez se quito uno de sus audífonos y me miró nervioso.

-Viene en camino.

-¿Cuánto tiempo?-indague, recorriendo mi mirada por la oficina. Está se encontraba tan desierta como afuera en la pista-¿Cuánto le falta por llegar?

-Am... Ya llegó. En algunos minutos estara volando y aterrizando justo aquí frente a las oficinas de la base-informó, presionando algunos botones en su computador.

Asentí, sintiendo mi corazón palpitar con emoción. Estaba emocionado de verla. Quería asegurarme de que mi chica este bien de salud y no requiera ningún medicamento. La necesito para besarla tan arrebatadoramente como lo hice con su gemela. Necesito ver aquellos ojos, su sonrisa. Tocar su delgado cuerpo y aquel cabello lacio entre mis dedos.

Maldición.

La anhelo muchísimo.

Una punzada me indicó la presencia de Valezca a mis espaldas. Al voltearme, la encontré vestida con una sudadera ancha de color negro y un pantalón del mismo color junto a su botas. Su cabello estaba atado en su nuca y su rostro se notaba más fresco. Cuando se acercó finalmente a mí, pude oler su fragancia.

Ella me había pedido antes de entrar a la oficina que la dejara por momento para que fuera a las duchas y se diera un baño. Claramente había accedido. Jamás se lo negaría.

-Lez está aterrizando-informe, deslizando mis manos sobre su cintura. Valezca alzó sus brazos débilmente, esperando una reacción negativa, al no obtenerla, me rodeó el cuello con sus brazos y suspiró sobre mi barbilla.

-Cuando llegue, déjala ir a darse una ducha... Créeme cuando te digo que estar encerrada en una capsula por horas y con calor, te deja un olor indeseado-arrugó su nariz.

Me reí, meciendo su cuerpo.

-De todos modos lo haré.

El chico Devon carraspeó y sonrió.

-Ella tiene razón. No querrás besar a una chica que huele a sudor, gasolina y a encierro. Te lo digo por experiencia, mi elegida es aviadora... -dijo riendo entredientes.

Valezca sonrió y asintió.

No creo que huela tan mal.

(...)

Mis brazos quedaron en el aire cuando Lez paso por debajo de ellos y se escabulló lejos de mí. Tenía el casco bajo el brazo y su cabello tan desordenado sobre su rostro. Su cara estaba brillante y un almizcle extraño me llegó a la nariz. ¿Ese era el olor que ellos me decían? Era como el olor a cebolla y a azufre.

-No te acerques... Me daré una ducha y luego puedes hacer lo que desees conmigo-masculló. Se alejó lentamente y pasó por al lado de Valezca dirigiéndose a alguna parte. Valezca me señaló algo sobre sus hombros y luego alzó su palma.

-Hablaré con Darren, avísame cualquier cosa-informó. Asentí, despegando mi mirada de ella.

Savage pasó por enfrente de mí y me sonrió, antes de digiriese en dirección contraria a la de Lez. Luego, un chico mucho más bajo, pero corpulento bajó del avión y dejó caer su casco, mirándome curioso.

Asher #3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora