Cafuné 11.

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Inglaterra, Oxford

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Inglaterra, Oxford. Prisión central. Trafalgar D. Water Law.


Era el último día, bueno, se suponía que ese viernes por fin la mujer sí o sí debía ir a juicio.

Sus amigos le visitaron constantemente esa semana, también había hecho una amistad con Sanji, aunque Law nunca le habló.

Trafalgar aprovechó de ejercitarse en esa semana, golpeando ese saco de boxeo hasta sentirse muerto, peleando con otros reclusas en un ring improvisado, ganándose un poco de respeto al ganar la mayoría de esos enfrentamientos. Había perdido como tres veces de las siete que lo retaron, lo dejaron hecho mierda esas tres veces, pero aún así, con resistencia al dolor, se levantó para continuar con el siguiente y así.

Shachi le contó que pasaron una tarde por el parque que estaba cerca de la universidad, y se habían encontrado con el artista en una banca sentado solo, se notaba un poco triste, pero seguía pintando, dice Bepo que por lo que vio, aún lo espera, porque cada día que el de pelo blanco pasa por allí, el chico deja un lienzo ocupando el espacio de Law, para que nadie más se aprovechara de ese lugar.

Dos semanas lo esperó, nuevamente sentía ganas de llorar, ¿Qué pensaría Luffy de él si le contara lo que pasó? ¿Estaría decepcionado? ¿Le creería?

- Es hora Trafalgar. - Smoker personalmente lo esposó y lo llevó por toda la cárcel, en un silencio incómodo.

De todos modos, todos creían firmemente que ese chico era mudo, porque nunca se le escuchó hablar, pero habían rumores que enrealidad sí hablaba, que lo habían visto hacerlo cuando le llegaba visita.

Jinbei sí fue a verlo, un día anterior al actual, se pusieron al corriente con todo, al parecer ese profesor le creía.

Eran las nueve de la mañana tal vez, supuso por el color del cielo, también por la temperatura.

Fue adentrado a la patrulla, trasladándolo hasta el lugar en donde se llevaría a cabo el juicio, miró por la ventana todo el camino, con la esperanza falsa de verlo a él caminar por ahí, pero era imposible que eso pasara.

Suspiró triste cuando de encontró ya en las puertas del tribunal, dándole la bienvenida miradas de odio de unas personas, sabe Dios quienes eran.

Ningún alma lo quiso defender, por lo que obligadamente tuvo que acceder a que un hombre de cabello rubio, alto y con un abrigo de plumas lo representara.

Según dijo, era abogado y profesor, pero nunca ejerció nada, daba clases privadas y de vez en cuando, muy rara vez, las hacía de abogado.

Ambos entraron a un gran salón, por el pasillo, en donde con la mirada buscó a sus amigos, ellos estaban justo detrás de la reja que los separaría, más atrás estaba Jinbei y... Luffy.

Los colores se le subieron a la cabeza cuando este sonrió al verlo y movía su mano positivamente.

Que bonita sonrisa.

Cafuné. - Lawlu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora