cafuné 25.

282 50 19
                                    

Liverpool, Inglaterra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Liverpool, Inglaterra. Trafalgar D. Water Law.

— ¡POR EL AMOR DE DIOS! — gritaba Law desde adentro del baño.

Luego de la reconciliación, habían obligado prácticamente al ojeroso a darse un baño, porque parecía un vagabundo pero con bonito pijama.

— Si no te bañas, no te dejaré salir. — advirtió Sanji desde afuera, sentado en una silla que estaba apoyada en la puerta del baño, mientras se miraba las uñas.

Entre tanto, Katakuri y Kid miraban la habitación, abriendo las ventanas, porque al parecer Trafalgar es vampiro. Todo estaba oscuro, lo único que daba visión era la luz del televisor y un poco de afuera.

— Este niño, tiene un desorden pero increíblemente imposible de ordenar. — alegaba el de cabellos morados, sacando las sábanas de la cama, que emanaban un olor a muerto terrible.

— Ni quiero saber cuántos herederos hay en ese calcetín. — apuntó Kid a un calcetín tieso en el piso.

— Soy un hombre, ¡Tengo necesidades! — se defendió del baño.

— Que puto asco. — con dos lápices el pelirrojo agarró la prenda tirándola por la ventana. — Por un momento creí que esa cosa quemaría la tela.

Comenzaron a reír todos, a excepción de Law, que derrotado se sacó la ropa, dejándola en el canasto, procediendo a meterse en la bañera.

— Ñiñiñi. — abrió la regadera, quedando al contacto con agua increíblemente fría, que provocó un grito supermasculino de su parte.

— Qué pasó, mujer, ¿Por qué los gritos? — habló Sanji desde afuera de la puerta.

— ¡Hay agua fría!

— Ah, sí, hoy en la tarde llegaban arreglar ese problema, cómo sea, bañate.

Ofendido, enojado y rojo de la cólera se bañó con violencia. Parecía un gato enojado.

Salió de la ducha, limpio y fresco, (resfriado) dispuesto a golpear a todos los intrusos en su habitación.

— Ya estoy.

La luz natural se metió en los ojos de Trafalgar apenas fue abierta la puerta, golpeándolo fuertemente.

— ¡Whaaaaa! ¡¿Por qué hay tanta luz?! — se arrodilló tallando sus ojos.

— Es verdad entonces la leyenda de los vampiros que mueren con el sol. — los ojos juzgones de Kid al igual que su comentario, solo provocó risas de los dos restantes.

— Dios, no es para tanto, ven acá, vamos a ponerte decente. — Sanji agarró de los brazos al moreno, sentando este en una silla giratoria sin respaldo, mientras le sacaba la toalla a su amigo de la cintura. — Ponte ropa interior.

Cafuné. - Lawlu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora