"Una noche, cuando todos estén dormidos, te conoceré, sumergido en tus pensamientos, mientras lanzas pétalos al lago, dando pequeñas miradas a la luna llena."
Historia lawlu.
Primer libro del universo "SHOGANAI"
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Liverpool, Inglaterra. Trafalgar D. Water Law.
En una furgoneta blanca que se dirigía hasta los adentros de Liverpool, admirando los edificios y la gente rara, que se paseaba por ahí, iba Law, replanteando si seguir viviendo o tirarse de un puente.
Él pensaba "rara" solamente porque tenían un acento diferente y allí eran en su mayoría blancos color leche, se lo esperaba, eran 5 horas y 35 minutos de viaje, y aparte que estaban más al norte, aunque a este punto su sentido de la geografía no era le mejor.
Cada pensamiento le quemaba el cerebro, percibiendo puntadas en su cabeza, no dolorosas, pero sí lo suficiente notables como para no hacer una mueca de insatisfacción.
Sus pocas horas de sueño y el estrés le estaba cobrando un poco caro.
— Debemos quedarnos aquí hasta las siete, porque ya habría oscuridad para el secuestro, pero para despistar, necesito que cada uno salga bajo sus propios riesgos, porque es sospechoso que haya hombres muy tapados en una furgoneta, compren algo, no lo sé. Pero deben volver antes de las siete. — Avisó Katakuri serio, acomodando sus prendas para salir primero del automóvil e irse hasta un lugar desconocido.
— Está imbécil, ¿Con qué cree que vamos a pagar? ¿Con un "que Dios se lo pague"? No tenemos donde caernos muertos y espera que vayamos por ahí comprando mierdas. — esta vez Law, asintió por las palabras honestas de su compañero pelirrojo.
— No se preocupen, en las mochilas de atrás hay dinero, tomen una, dentro de ella hay una billetera con una identidad falsa, también aproximadamente un millón de libras, en el subsuelo de esta. Es dinero robado, si que es necesario gastarla por ahí antes que nos rastreen. — hizo una pausa Perospero, recordando otra cosa importante. — Pero no se saquen los guantes cuando toquen el dinero o cualquier cosa, se supone que ustedes están muertos y no debe haber rastro de ustedes ni en los baños.
Los chicos sorprendidos tomaron las mochilas, ya preparados para ponerse los guantes negros de cuero que les había facilitado el hermano de Katakuri.
Nunca había tenido tanto dinero en su poder, ¿Qué haría con esa suma tan alta?
Nunca había tenido tanto dinero, de hecho, pensaba que iba a morir sin ver esa suma, claro que, tenía esperanzas después de terminar la carrera de medicina, pero por los incidentes que habían sucedido y van a pasar, lo veía muy lejos y difícil.
Un dolor en su cuerpo lo envolvió como si las prendas le quemaran al contacto, recién se daba cuenta de eso, ¿Su cerebro estaba ignorando el dolor físico? ¿Otra vez? ¿A que fenómeno pertenecía eso en el cuerpo humano?
No hizo mucho caso a sus preguntas, después de todo, su padre siempre le pegaba por las cosas más mínimas, y eso ya era suficiente respuesta, ya que en algunas ocasiones, por raras razones, que le faltaba estudiar, su cuerpo ya no sentía ese dolor, mas solo sentía algo helado en la zona afectada.
