Anti-hero ; Wednesday Addams

𝑫𝒆𝒓𝒓𝒊è𝒓𝒆 𝒍𝒂 𝒔𝒆𝒓𝒓𝒆

Detrás del invernadero

Después de que las dos chicas afirmaron haber visto una bestia, Wednesday quiso tener más importancia en el asunto pidiendo que le avisarán primero cualquier información que supieran, incluso cuando encontrarán a Rowan. Pero había un problema, Rowan ya no estaba.

— Mi teoría es que Rowan escapó. —soltó Weems entrando a la oficina.

Sam había sido llamada por la misma hace unos minutos atrás, estaba parada cerca de la chimenea.

— La policía estatal emitió una alerta y contacté a su familia, pero tampoco han sabido nada.

— Rowan no era bueno comunicándose vivo, ¿cómo quiere que lo haga muerto? —Lister giró su cabeza hacía la directora.

— ¿Qué hacían en el bosque con él, señorita Addams, señorita Lister? —cuestionó el oficial.

— Oímos un ruido en el bosque y decidimos ir a investigar. —respondió Addams, su voz no temblaba así que era imposible descubrirla—. Fue cuando descubrimos el ataque.

— ¿Luego qué pasó?

— Luego encontramos a Bianca Barclay y le dije que fuera por ayuda. Después, recuerdo despertar en mi cama.

— Para ser claros, ¿este monstruo no era un oso ni otro animal salvaje?

— He hibernando con grizzlies, conozco la diferencia.

— ¿Tú cómo estás segura de haberlo visto? —esta vez le preguntó directo a la chica sin los ojos cubiertos, ¿cómo podrías confiar en alguien que no ve?

Galpin siempre tuvo una mala imagen sobre esa excluida, la primera vez que la vio fue cuando Xavier reportó su ataque, la chica no asumía la culpa de lo que había hecho e intentaba justificarse creando una vaga excusa. El oficial le pidió que se quitará su pañuelo, no podía tomar en serio (no podía ver lo que sus ojos decían, así descubría a quien mentía) a quien lo veía tapando sus ojos.

— Lo escuché. En mi vida he oído demasiadas bestias salvajes para saber que esta vez no era un animal.

— Gracias oficial, creo que las señoritas ya terminaron. —se levantó Weems.

— De hecho, quisiera hablar con el oficial Galpin. A solas.

La forma de decirlo fue tan seca que Sam creía que también la estaba echando a ella. Galpin se sorprendió al oír eso.

— No creo poder permitirlo.

— Podría llevarla a la estación para tener una declaración formal. —se mantuvo firme el oficial, al no recibir respuesta se levantó del asiento—. Hagamoslo.

— Bien. —dijo de mala gana la mujer—. Tienen cinco minutos. Y la conversación es extra oficial. —se acercó al hombre casi como una amenaza—. Sin juegos. O si no, llamo al alcalde.

Dicho eso salió de la oficina bastante ofendida con Addams por como la había echado.

— Están encubriendo el homicidio de Rowan, por eso limpiaron la escena del crimen. —afirmó la pelinegra en cuanto estuvieron solo los tres.

— ¿Tú opinión profesional como hija de un homicida?

— Mi padre es el doble hombre de usted. Lo único que ha llegado a matar es a la opera en regadera. —la pelivioleta sonrió. Que linda se escuchaba Addams cuando defendía a su familia.

— Las pistas están claras, oficial. Somos dos testigos presentes en una misma escena, si el cuerpo está desaparecido será porque alguien lo cubre.

— Fue una noche larga, me harté de juegos. —dijo en un suspiro el mayor de los tres.