Anti-hero ; Wednesday Addams

𝑪𝒉𝒐𝒄𝒐𝒍𝒂𝒕

Chocolate

Los cinco en la casa de los Galpin era una idea que jamás hubiese pasado por la cabeza de ninguno, era irreal (y no en un buen sentido) que terminarán ahí.

Wednesday curaba la herida de Tyler, solo Xavier se había percatado de la sangre seca que tenía Sam en sus oídos, en cuanto quiso preguntar la chica solo adelantó su paso ignorandolo.

En realidad no había escuchado su pregunta, pero sí reconocido su voz y no le bastó nada más para querer alejarse. No puedes boicotear la cita de una amiga, solo porque les gusta la misma persona, con el pasado que ya estaba arreglado.

— Gracias, doctora. —dijo Tyler mientras la chica de trenzas lo ayudaba en su herida.

— No quiero llamar la atención pero me está dando un ataque de pánico. —soltó Enid, estaba sentada mientras Sam estaba detrás de ella con sus brazos rodeándola—. Regremos antes que Weems note que salimos.

La chica que estaba abrazándola iba a coincidir pero la puerta se abrió, el padre de Tyler miró confundido y enojado a Wednesday.

— ¿Qué diablos pasó? —Addams se levantó enseguida y en cuanto el oficial dio unos pasos Tyler se paró mientras Sam levantó su brazo para sacarse la lentilla pero inmediatamente Enid le tomó su mano—. Fuiste tú, ¿no? —amenazó a la pelinegra.

— Espera, papá. Estoy bien.

— Oficial, entiendo su molestía, pero debe ver algo.

— Addams. —reclamó Sam—. Necesito hablar contigo un momento antes que te vayas.

Las dos se movieron unos metros, lo suficiente para que los otros tres no pudieran escucharlas.

— Me debes una explicación de muchas cosas, pero acerca de tu mirada... Antes que llegará Xavier.

— No tengo idea de que hablas. —intentó volver pero Sam no la dejó irse, agarrando su muñeca.

— Iré a tu habitación luego y debemos hablar. —le reclamó en su oído, luego la soltó. Y Wednesday se fue.

Xavier miró de reojo a las dos chicas, vio la manera en la que la agarró y sus sospechas crecieron.

Parecía "among us", todos parecían lo suficientemente sospechosos aunque Xavier y Sam estaban por ser expulsados de la nave.

Enid se levantó para acercarse a la pelivioleta.

— ¿Puedo dormir en su habitación? —preguntó—. Es que no quiero estar con Wednesday, no luego de hoy. Casi morimos y a ella ni siquiera le importe.

— Siempre puedes escapar a nuestra habitación, Enid. —puso su mano en el hombro de la loba—. Si es que no nos expulsan, claro. —las dos hicieron una mueca.

۵༄༄༄༄༄༄

Al parecer Sam estuvo a unos segundos de perder su capacidad auditiva, eso dijeron en la enfermería. Había tenido suerte, si así se le podía llamar. Tendría que poner unas gotas en los oídos cada tres horas.

— ¿Estarás bien? —preguntó la profesora Thornhill, se habían encontrado en el camino y decidió acompañarla.

— Sí, gracias. —sonrió amablemente.

— Enid me pidió hace un momento cambiar a tu habitación y la de Yoko, ¿todo está bien con Wednesday?

— Sí, solo... problemas de convivencia. —levantó sus hombros restando importancia.

— Oh, está bien. Cualquier cosa puedes decirme, Sam. —su voz sonaba sincera y la lilith no tenía la capacidad de sentir lo que ella sentía, entonces supuso que era buena persona—. ¿Puedes decirme otra vez cómo lastimaste tus oídos? Debo anotarlo.