Anti-hero ; Wednesday Addams

𝑻𝒉é𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔

Teorías

Sam miró a los lados por el pasillo, al no ver a nadie caminó haciendo puntas de pie para no hacer ningún ruido, a lado de ella pasó Alisson con tacones.

— Deja de hacerte la espía, Lister. —abrió la puerta.

— Si nos llega a encontrar a alguien yo prometo que te asesinare.

— Yo le diré que usaste tus ojos para obligarme. —Sam abrió su boca ofendida.

Las dos chicas estaban en el invernadero, Alisson entre las muchas cosas que había dicho la noche anterior una de todas fue que quería explorar que no hubiera más plantas peligrosas en el lugar porque si era así, prefería notificarlo.

— Rápido, revisemos antes que llegue Thornhill. —Sam comenzó a dar un vistazo a cada flor o planta que viera.

La pelirroja escondió sus manos viéndola de lejos.

— Te tengo una pregunta, Sam.

— No responderé nada de mi hermano.

— No es eso, si no de tus marcas. —Lister la miró por encima de su hombro unos segundos, después volvió a su búsqueda—. Te he visto cerca de muchas personas pero tengo la sensación de que he descubierto de quiénes son. Tal vez es... ¿Addams?

Sam se dio la vuelta, mirándola por unos segundos y cambiando su cara a una donde estaba enojada.

— Prefiero hablar de mi hermano si es así. —cruzó sus brazos.

— Yo no, odio la idea de tener que ser tu cuñada.

— Vete a la mierda, Alisson.

— ¿Por qué querría ir a tu casa?

— Para hacerle niños a mi hermano.

— ¿Eres imbecil o qué? —las raíces de unas plantas rodearon el cuerpo de Sam que empezó a forcejear.

— ¡Espera, hagamos tregua!

— Minga. —la pelivioleta rodó sus ojos.

— Sí, son de Addams.

— ¡Chisme! Es para lo que vivo. —la soltó.

Sam tomó aire y salió del invernadero, comenzaba a sospechar que Alisson le había tendido una trampa para solo saber de quienes eran.

— Descubrí algo que te interesará sobre alguien de Jericó. —dijo acercándose.

— No sé qué es esto de ser amigas de la noche a la mañana, Alisson. ¿Te golpeaste la cabeza o algo?

—  Tengo la sensación de que sí, me duele la cabeza y hoy me levanté con cientos de flores en mi almohada. Por un momento creí que estaba en mi funeral. —hizo una mueca, se detuvieron en el patio—. Ven, sígueme. —Sam suspiró e igual fue detrás.

— Que sea importante.

Llegaron a la vitrina de trofeos y reconocimientos que había en la entrada, Sam sonrió un poco al ver a su madre con la venda en sus ojos a lado de Morticia Addams en la foto del club de esgrima.

Alisson apuntó justo a ese cuadro.

— ¿Ves la mujer de flequillo? La que está primera. —la pelivioleta asintió—. Su nombre es Francoise.

— Debe ser francés. —la pelirroja hizo una mueca—. Ve al punto.

— Y murió.

— Que en paz descanse.