Anti-hero ; Wednesday Addams

𝑳𝒂𝒗𝒆𝒏𝒅𝒆𝒓 𝒉𝒂𝒛𝒆

Lavender haze

Escena (mínima) subida de tono (al final)

Alisson despertó primero en la casa, como cada día, y lo primero que pensó fue en lo mucho que debería hacer hoy en la casa porque había quedado hecha un desastre la noche anterior cuando Thornhill entró un ratón vivo que las asustó a las dos adolescentes tirando cosas, moviendo muebles y todo hasta que la gata la atrapó otra vez y la sacó afuera.

En el living el sillón estaba corrido, la televisión estaba en el piso porque Sam casi la tiraba al ratón pero Alisson la detuvo y la dejo ahí, había muchos bowl en el piso, algunas plantas habían caído y por eso había tierra también, las mesas y sillas no estaban en el sitio de siempre.

Hoy tenían el día libre, Sam ahora trabajaba en una librería y aunque no era muy fan de la lectura buscaba los resúmenes para explicar los libros y le iba muy bien, en poco tiempo habían subido dos veces su salario por hacer un muy buen trabajo, Alisson trabajaba en una cafetería, aprendió a hacer los mejores cafés del mundo según ella.

Al limpiarse la cara notó que estaba despeinada y tenía un moretón en su cuello que se había hecho cuando Sam le tiró una bola de billar que tenían de decoración. El objetivo no era su cuello, más bien era el ratón pero calculó mal su fuerza y puntería.

El día ya comenzó pensado también, la lluvia estaba comenzando a ponerse cada vez más fuerte y es que parecía que su ciudad odiaba el día del amor y la amistad.

— Hola preciosa. —se agachó para saludar a la gata que ya estaba despierta.

— Miau.

— Yo también te quiero mucho. —la acarició y volvió a levantarse.

No hablaba con los gatos pero le gustaba creer que cada vez que Thornhill le hablaba le decía "te quiero".

La puerta sonó y Alisson ladeo su cabeza pero igualmente fue a abrirla encontrándose con Wednesday.

— ¿Addams? Sam no me dijo que vendrías. —dijo con voz ronca totalmente desorientada.

— No lo sabe. —la miró con la seriedad de siempre aunque sus ojos se desviaron en otro lado.

— Bueno, pasa. —se hizo a un lado—. Sam sigue en cama y si ves la casa hecha un desastre es porque fue una noche... puf... loca. —parpadeó un par de veces recordando el desastre otra vez.

Wednesday miró a toda la casa y estaba mucho más desordenada que la primera vez que vino, luego se fijó otra vez en Alisson que estaba todavía despertando pero sus ojos no podían evitar ir a otro lado.

— Deja de verme las tetas. —le reclamó.

— No, no es eso. —comenzó a caminar evitando a la gata.

— Eso parece. —se acomodó el pijama para taparse más el pecho—. ¿Por qué tan temprano?

— ¿Por qué te preocupa? —frunció un poco sus cejas y Alisson la miró confundida—. ¿Ocultan algo?

— No, pero nadie viene tan temprano solo porque sí con esta lluvia. —miró por la ventana.

— Es mi clima favorito.

— Siento una energía muy... agresiva. —cruzó sus brazos—. Eres novia de Sam pero te recuerdo que esta también sigue siendo mi casa. Merezco respeto.

— ¿Qué sucedió anoche?

— Alisson, cállate de una vez. —Sam apareció rascando sus ojos e igual de despeinada que su compañera de casa.