𝑾𝒆𝒊 𝑳𝒊𝒔𝒕𝒆𝒓

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La visita de padres ponía nerviosos a muchos, otros ansiosos pero había demasiados pocos que estaban realmente felices de ver a sus padres. Sam no era una excepción, su madre iría a visitarla junto a su hermano mayor y por supuesto, su abuela.

— ¿Podemos hablar, Sam? —pidió Lean, no habían vuelto a hablar desde que ella le informó que no irían juntos al Rave'n pocas horas antes de que sea.

— Hoy viene mi madre, no creo que sea buen momento.

— Tal vez si arreglamos las cosas podríamos presentarnos a la familia del otro. —dijo el gargona como si se le hubiese ocurrido la mejor idea del planeta.

Lean la perdonaba. No le importaba, él se sentía feliz cada segundo con ella y no quería perderla.

— Lo siento, Lean. —se alejó hacía la persona que más cerca tenía—. Hola Alisson, ¿emocionada por ver a tus padres?

— Están muertos, Sam. —le recordó.

— Sí, lo siento. Tu familia.

— La verdad no, mis tíos me advirtieron que el día que cumpla los 17 me presentarían a mi futuro marido.

— Al menos todavía falta.

— Hoy es mi cumpleaños, idiota.

— Nevermore se creó como un refugio seguro. —el discurso de la directora había empezado, Sam hizo señas a Alisson para que escuchará y viera hacía Weems, aunque la pelirroja la tomó de la cabeza y clavó a mirada donde verdaderamente estaba, todo esto bajo la vista de una pelinegra—. para que nuestros hijos aprendan y crezcan, sin importar quiénes o qué sean. —todos aplaudieron—. Sé que casi todos se enteraron del lamentable incidente de uno de nuestros alumnos pero me alegra decirles que Eugene ésta mejorando y se espera que se recupere por completo. Centrémonos en lo positivo y que esta sea la mejor visita de padres de la historia. —otra vez todos aplaudieron.

— Sam, te deseo la mejor vista de todas con tu familia. —dijo sarcástica la pelirroja.

— Invítame a tu boda cuando tengas fecha, Ali. —se burló.

Cada una se fue para un lado distinto hasta que sintió unos brazos rodearla, eran los de su hermano, reconocía el perfume de café donde fuera.

— ¡Samaella! —su madre tocó su rostro con delicadeza—. Como has crecido, no tienes idea lo mucho que te extrañamos en casa.

— Gracias, mamá. —sonrió—. ¿Cómo has estado, Gadreel? —preguntó a su hermano.

— Me estoy manteniendo. —sonrió.

— ¿Abuela?

— Mientras tu madre le siga pagando a los sirvientes, de maravilla. —bromeó.

— ¿Por qué mejor no aprovechamos este tiempo para hablar sobre tu poder? ¿Lo has utilizado, hija? —cuestionó su madre, formando una sonrisa.

Pensó cuando lo uso en Rowan, también pensó en el vagabundo. Pero ninguno parecía lo suficiente importante como para que ellos se enteraran.

— No, en realidad no. No se me ha presentado la oportunidad. —su madre chasqueo su lengua.

—Es una lástima tener unos ojos tan lindos cuando no puedes presumirlo, defiende el violeta, es tu color.

— ¿Podemos ir a Jericó? Me gustaría saludar a una persona. —Gadreel acomodó su cabello mientras tomaba a su abuela de un brazo.

— Espera, Sam, ¿tienes alguien para presentarnos?

— No he visto a nadie realmente a la altura. —mintió.

Anti-hero ; Wednesday AddamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora