𝑼𝒏𝒆 𝒑𝒉𝒐𝒕𝒐

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Una foto









Al día siguiente Sam tuvo que ir a la enfermería, efectivamente sus oídos se habían dañado. No era permanente, debía usar unas gotas durante tres días y volvería a estar como antes.

— ¿Le has dicho a Wednesday? No puede seguir con el chelo si te lastima.

— Sólo me dolía así porque era luna llena, los demás días estoy bien. —suspiró acostándose en el respaldo de su cama.

— No quiero tener una compañera sorda y ciega eh, no me sirve de nada. Preferiria hasta un pirata antes, con el parche y todo. —se burló Yoko.

— No pasara Yoko, ¿irás al festival hoy?

— Sí es asistencia obligatoria creo que no me queda de otra. —se acomodo en su ataud con la panza sobre su cama, como si estuviera por decirle un chisme—. Enid me dijo que Wednesday planea irse.

— Apenas una semana desde que está aquí, ¿tan débil es? —bromeó.

— Y ni siquiera pudiste tocar su cara o ver una foto para conocerla, es una lástima.

La sonrisa que antes se había formado al bromear sobr eso se cayó, tenía razón Yoko, no la había conocido, se sintió decepcionada de sí misma porque nunca había tardado tanto tiempo en conocer a alguien físicamente.

Siempre buscaba su información en la soledad por internet pero sobre Wednesday no había fotos, no tenía redes, ni en estos días Enid había publicado una foto sobre ella.

Tenía un olor que no le gustaba, pero su voz la había encantado y la hacía sentir como si quisiera protegerla. Le había salvado la vida una vez.

Debía verla. Ella quería verla.

۵༄༄༄༄༄༄

— ¿Puedes tocar el globo? Así sé donde disparar. —pidió la pelivioleta.

El hombre tocó los globos y Sam solo logró darle a cuatro de los seis, recibió un oso panda tamaño normal. Estaba frustrada porque pocas cosas le salían tan bien como ella quería, como conocer a la chica nueva de forma física.

Un globo más fue explotado, otro, otro y así hasta que los seis hubieran sonado.

— Si tu idea es llevarte todos lamento decirte que los pandas son solitarios, no van en manada. —avisó mientras abrazaba con cariño a su nuevo peluche.

— Lo sabía. —la voz de Wednesday le provocó un escalofrío, no la esperaba—. Estoy esperando a una persona.

— ¿Por qué se siente como si me echarás? Yo llegué antes, Addams. —la desafió con un tono juguetón.

— Quiero tu peluche a cambio del mío. Y necesito un favor. —le dijo sin más.

— Bien, te escucho. —se acercó un poco más hacía ella.

— Necesito distracción, Weems mantiene sus ojos sobre mí.

— La distraere. —aseguró—. Pero... —se acercó a su oído izquierdo—. Me dejarás sacarte una foto.

Wednesday quedó en silencio, en realidad no entendía la petición.

— No te conozco y no te puedo ver, no tienes imágenes en Internet. Mi solución es esa.

— Me debes la vida, yo te salvé. —le reclamó.

— Te irás para siempre y yo todavía no pude conocerte. —hizo un puchero rogando con sus manos.

— ¿Interrumpo algo? —Tyler apareció.

— No, en realidad no. —respondió Sam sonriendo.

El señor le dio el peluche de oso gigante mientras Sam le daba el suyo a Wednesday. Lister ya sabía donde estaba Weems así que solo se acercó poniéndose en frente.

Anti-hero ; Wednesday AddamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora