Anti-hero ; Wednesday Addams

𝑺𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓 𝒃𝒊𝒆𝒏

Sentirse bien

Sam arrugó sus cejas al sentir los golpes de Things, ¿qué hacía en el baño de la cafetería? ¿Por qué no estaba Wednesday? Se metió en un cubículo con la mano, bajó la tapa y se sentó mientras se quitaba su pañuelo.

— ¿Qué pasa? —preguntó preocupada pero Things comenzó a mover bastante rápido sus dedos—. Despacio, soy nueva. —con sus dedos comenzó a escribir en la pierna de Sam las palabras claves—. Necesitas un favor, genial, ¿para qué? —siguió con esta forma de comunicarse, sería la mejor que tuvieran hasta que Sam logrará entender—. ¿Estás seguro? —hizo un pulgar arriba.

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Estando en Nevermore los decoradores estaban sumamente nervioso yendo con cosas de un lado a otro, Thornhill daba indicaciones de hasta por donde debían moverse, no podían permitirse el error.

Sam miró la carta en su mano, poco convencida. Fue a la puerta de Lean para anunciarle que no podría ir al baile, luego se tomó una ducha. Yoko fue la encargada de maquillarla.

— Me divierto más con los ojos, ¿segura que no puedes quitarte eso? —preguntó con la brocha en su mano, la pasó sobre su mejilla.

— Segura. —confirmó.

— ¿Bailaras una canción conmigo, Sammy? —el apodo lo dijo con burla pero sus manos estaban en sus mejillas.

— No es mi idea que mis pies duelan al final de la noche, Yoko. —comenzó a reír pero el polvo que le había puesto en su cara y la brocha moviéndose con mayor brusquedad se lo impidieron.

— ¿Cómo se lo tomó Lean?

— Sólo dijo que aceptaba mi cambio pero que siempre estaría esperando. —dijo con culpa—. ¿Debería ir con él? Algo me dice que con él todo se siente tan... correcto.

— No, Sam. —no sintió nada en su cara pero pudo escuchar algo abriéndose—. Que algo se sienta correcto no es lo mismo que sentirse bien.

— ¿Qué te hace sentir Divina?

— Siento que viviré hasta que ella lo haga. —el labial característico de Sam pasó en sus labios, Yoko no le quitaría eso—. Me hace sentir especial, quiero estar con ella a cada hora, mi corazón se desespera al estar con ella. Ahora mismo, quiero besarla.

Querer besar a una persona no significaba nada, Sam a veces también quería besar a algunas personas por ser demasiado lindas.

Sam siempre quería besar a Wednesday, pero no porque sintiera lo mismo que Yoko por Divina. Solo porque era bonita.

— Es la única persona con la que deseo hablar cada hora, quiero vivir en sus brazos y besos. —Yoko sonrió, recordando a su novia—. Hoy quiero que elijas el mejor pañuelo, Sammy. —terminó de pasar el labial.

Tenía muchos pañuelos, de diferentes colores, lo lógico hubiese sido buscar el blanco pero decidió ir por el negro, para innovar.

La noche llegó rápido, la mayoría de estudiantes se dirigían al baile con sus vestidos y trajes del mismo color, Sam se había puesto un collar blanco que llevaba una perla solamente, unos anillos de oro negro y los tacones negros para tener los accesorios combinados.

— Ya voy, Eugene. —gritó Wednesday mientras agarraba las últimas cosas para su expedición—. Oye, ¿llevas baterías adicionales para la linterna? —preguntó mientras se acercaba a la puerta pero en cuanto la abrió se paralizó—. Sam.

— S-sí. —comenzó a jugar con sus manos, tenía una orquídea negra en sus manos—. Recibí tu invitación. Things me la envió a mi habitación, ¿no fue así? —se sentía intimidada ante el tono de sorpresa de Wednesday.