Anti-hero ; Wednesday Addams

𝑳'𝒂𝒎𝒐𝒖𝒓 𝒅𝒆 𝑾𝒆𝒅𝒏𝒆𝒔𝒅𝒂𝒚

El amor de Wednesday

Wednesday abrió la puerta de su habitación encontrando a Enid desempacar.

— Holi.

— Volviste.

En el fondo a Addams le gustaba la compañía de la rubia aunque la idea de que tal vez su vuelta significaba que Sam no volvería a dormir ahí le molestó un poco.

— Me voy un par de días, destrozan el lugar y Things casi muere. Alguien tiene que cuidarte. —sacó el labial de chocolate y lo dejó en su mesa de luz.

— ¿Qué pasó con Yoko y Sam?

— Yoko es genial y Sam casi ni estaba. —sacó una cinta del bolso—. Solo decidí que necesitaba más límites.

— Olvida la cinta.

Enid parpadeó un poco, no esperaba eso.

— ¿Wednesday Addams se está suavizando? ¿Qué te ha hecho Sa-

— Nunca. Es más una evolución.

— Bueno, un centímetro de cinta a la vez. —sonrió.

— ¿Por qué el cambio repentino?

— Porque funcionamos. No deberíamos, pero así es. Es como una clase extraña extraña amistad anómala. —se acercó—. Todo lo que dijiste sobre mí es cierto, pero no me disculpo por eso. No voy a hacerlo. Así es como soy.

Wednesday asintió, pensando que decir.

— Things te extraño.

— También lo extrañé.

Esto no era solo sobre Things.

— Lamento lo de Xavier.

— Yo no. Es un mentiroso y un asesino. Además, no hay nada como la sensación de saber que tienes razón.

— Pero ¿y si tienes con quién compartirla?

Wednesday recordó que en todo el día no había visto a Sam, la pelinegra había tenido un día agitado a Jericó y perdió totalmente la noción del tiempo en eso.

— Things me contó sobre tu cita con Tyler. Yo prefiero mucho más a Sammy, pero ¿como salió?

— No era una cita. Fue interrumpida por Sam, me sorprende no te haya dicho.

En realidad, sí lo había hecho.

— Tal vez no te quiso decir quien la acompañaba. —murmuró celosa la pelinegra.

— Bien, ¡tengamos una charla de mejores amigas! Realmente la necesitas, Wednesday. ¿Te gusta Sammy?

Wednesday se dio vuelta, no iba a confesar sus sentimientos sobre Sam a Enid.

La puerta se abrió, las dos chicas miraron para ver quien era y la pelivioleta tenía un cuadro en su mano, el que debería estar en la vitrina de trofeos. Era el cuadro del club de esgrima de la época de Morticia Addams, Wei Lister y Larissa Weems.

— ¿Sammy? —preguntó Enid preocupada, la chica había entrado totalmente agitada como si hubiera corrido para llegar y considerando que Nevermore tenía más escaleras que caminos tenía sentido.

¿Pero cuál era el apuro?

— ¿Podemos hablar, Wednesday? —jadeo el nombre totalmente cansada, con una mano sostenía la foto y con la otra se sostenía el pecho pero todo su peso estaba en el marco de la puerta.