The Stripper | ᴘᴊᴍ + ᴊᴊᴋ

Capítulo 20: Volviendo a la dura realidad

Justo cuando uní mis labios a los de Jimin, una especie de frenesí se apoderó de mi cuerpo. De una manera tan deliciosa que no podía explicar, sus labios gruesos y al mismo tiempo delicados se movieron lentamente junto a los míos, llevándome fuera de órbita. Juraba que conocía esta forma de besar, pero tenía que ser una locura, puesto que nunca antes lo había besado. Coloque una mano entre sus cabellos oscuros, presionando ligeramente, mientras que la otra mano se sostenía firme en su cintura delgada. No tardo en abrir un espacio, dejándome degustar su lengua.

Nuestro beso fue tranquilo, sereno, pero sin dejar de ser intenso. Como si el mundo se hubiese detenido en ese momento, nos besamos con un cariño que llegó a asustarme. Una vez que el aire nos faltaba, deje poco a poco el cuerpo del chico que a la vez se alejaba. Abrí los ojos y como un flash vi los ojos de Jihyun que estaban frente a mí, pestañee varias veces para ver los de Jimin. Me estaba volviendo loco.

—. Lo siento Jimin, yo...— Dije alejándome rápidamente, parpadeando varias veces para disolver la imagen de mi stripper. Él se avergonzó tanto como yo, Jimin miro al suelo, probablemente en busca de un lugar para esconderse.

—. Todo bien... No se preocupe.— Miré sus ojos confundidos y confieso que sentí el impulso de besarlo nuevamente. Pero aleje esos pensamientos insistentes, debía ser la influencia del alcohol, o quizás no.

—. Fue un impulso, no quería causar esta situación.—

—. Usted no causó nada, vamos a mantenernos tranquilos, ¿Ok?.—

—. No quiero que pienses mal de mí, joven Park.— Un incómodo silencio se apodero del ambiente.

—. Vamos a continuar como antes. Esto no va a cambiar nada.—

—. ¿En serio?.— Pregunté con recelo.

—. Lo juro.— Solo asentí. No sabía qué decir ni qué hacer, el repentino impulso de besarlo me sorprendió tanto como a él —. Creo que será mejor ir a dormir. Mañana vamos a despertar temprano ¿No es así?.—

—. Sí, de vuelta a la vida real joven Park.— Él sonrió hermosamente.

—. De nuevo a la vida real.— Jimin me ayudó con las copas de vino y las llevamos a la cocina. Él se quejó de estar un poco mareado, el alcohol había sido demasiado para los dos. Nos reímos como dos tontos mientras él lavaba las copas después de mucha insistencia.

—. No cuesta nada hacer esto, la señora Lee merece un descanso.—

—. Deberías ir a tu habitación y descansar.—

—. Deje de quejarse, y ayúdeme. Tome ese paño para secar.—

—. ¿Yo?.—

—. Sí ¿O el señor Jeon no puede?.—

—. Claro, les das una mano y ahora quieren todo el cuerpo.— Dije causando una carcajada en Jimin.

—. ¡Oh vamos!.— El chico dijo mientras enjabonaba los finos platos. No se puede negar que Jimin era una persona muy humilde, pero no eran tanto sus cualidades morales a las que les estaba prestando atención ahora, solo al voluminoso trasero que tenía.

"Joder, Jungkook, te vas a quemar en el infierno" Me dije a mí mismo admirando todo eso delante de mí. Aparté mi atención, tomando las copas y colocándolas en su sitio.

—. ¿Así está bien señor?.— 

—. Perfecto. Ya se puede retirar.— Él habló convencido.

—. ¿Hemos cambiado de roles? ¿Ahora usted es el jefe?.— Le pregunté acercándome a él. Señal roja, mis instintos estaban siendo guiados por el alcohol que estaba en mi cuerpo.