The Stripper | ᴘᴊᴍ + ᴊᴊᴋ

Capítulo 28: Un día diferente

Me estiré lentamente sintiendo poco a poco todo mi cuerpo relajarse. Me froté los ojos evitando abrirlos debido a la luz que entraba en la habitación. Me senté en la cama y entre las sábanas suaves, vi a Jimin durmiendo tranquila y profundamente.

"Está cansado" Pensé sonriendo al imaginar la razón de su cansancio.

Deslice la mano por su espalda desnuda. El chico estaba cubierto solamente por la fina seda gris de la sabana. Le di un pequeño beso en la piel suave, y me levanté para dirigirme al baño y hacer mi higiene matutina. Lo deje dormir un poco más, después de todo era su día libre, nada más justo que eso.

Salí de la habitación para entrar en la habitación de al lado. Allí Soojin dormía de la misma forma. ¿Era una cosa de familia dormir tan profundo? Me acerqué a la niña que estaba durmiendo, deslizando mis manos por su cabello oscuro, así como los de Jimin. No había duda de que ambos eran hermanos. Soojin era la copia de Jimin. Dejé un beso con cariño en la frente de la niña, y me retire de la habitación.

Esa mañana me sentía diferente, yo no solía involucrarme profundamente con alguien en un corto período de tiempo, pero las cosas con Jimin parecían volar. Cuando menos lo esperaba, él ya estaba en mi mente, tomando todo dentro de mí. Su manera dulce no me dejaba opción. Podría amarlo y odiarlo al mismo tiempo, lo quería en todos los sentidos. Sabía lo que sentía, pero no era el momento de admitirlo. Me gustaría mantenerlo guardado por el momento, mantener para mi el hecho de que no sabía cómo estar sin él.

A pesar de todo, sabía que había alguien entre nosotros. Alguien que también poseía tal poder sobre mí como Jimin, y ese alguien no era otro que Jihyun. Tal vez nadie podía entender lo que sentía. Nunca nadie entendería cómo estaba partido entre los dos chicos. Jihyun y Jimin habían puesto mi mundo al revés. Ambos me hacían sentir diferentes sensaciones, que me fascinaban. Podía sentirme en el cielo con Jimin, y en el infierno placentero de la lujuria con Jihyun. Eran como las dos caras de la misma moneda. Los amaba, amaba a ambos. ¿Eso era posible? No lo sé, pero yo lo sentía de esa manera.

"Dios, ¿Podrías haber sido bueno y hacerlos uno solo?" Pensé sintiéndome en agonía.

Negué con la cabeza mientras tomaba los ingredientes para preparar un buen desayuno. Los dos hermanos merecían mimos por los momentos maravillosos que me estaban haciendo vivir. ¿Podría tener esto con Jihyun? La respuesta era simple, no. Eso era en lo que él perdía. Jimin, era para mucho, el hombre perfecto: dulce, atractivo y hermoso. Un hombre completo.

Sonreí mientras terminaba de hacer los panqueques. Había preparado todo, no era por presumir pero era muy bueno en la cocina. Vertí chocolate como cobertura, apostando a que Soojin lo amaría. La hermana pequeña de Jimin era una chica inteligente y educada. Para mi sorpresa nos habíamos llevado muy bien. Park Soojin era un amor. Cuando termine de cocinar puse todo en la bandeja. Había de todo, frutas, café, zumos, tortitas y huevos revueltos.

"Sí... Les va a gustar" Pensé, colocando una pequeña flor en la bandeja también.

Caminé lentamente a la habitación de Soojin, dejando su desayuno en el lado de la cama. Arreglé todo y fui a mi habitación, donde Jimin estaba dormido. Abrí la puerta lentamente para no hacer ruido, pero me encontré con una hermosa vista delante de mí. Jimin estaba despertando, el chico se sentó en la cama, estirando los brazos hacia arriba, moviendo el cuello de un lado al otro. Estaba completamente desnudo, aún cubierto por la sábana que cubría sus piernas. El sol pegaba contra su cuerpo. Estaba de espaldas a mí, así que no se había dado cuenta de mi presencia. Era capaz de tomarle una foto en ese momento, estaba divino. ¿Cómo un hombre podía verse tan bien al despertar?

—. Finalmente despiertas.— Dije sonriendo. Jimin volteo su cabeza hacia el lado con una amplia sonrisa.

—. ¿Qué hora es? El sol esta maravilloso.— El chico habló en frente de la gran ventana de vidrio.