The Stripper | ᴘᴊᴍ + ᴊᴊᴋ

Capítulo 34: Negociaciones

¿Por qué a la vida le gusta cambiar constantemente? Cuando te empiezas a acostumbrar a la situación, cambia por completo cuando menos lo esperamos. Dejando nuestro mundo irremediablemente destrozado.

En un día, Jungkook destilaba odio y rencor, y ahora él estaba acostado en mi cama en un sueño profundo. Negué mentalmente y sonreí mientras miraba su expresión serena mientras dormía. Le acaricié las mechas oscuras en un cariño tranquilo, sintiendo al hombre suspirar cómodamente.

—. ¿En que estaba pensando cuando me involucré contigo?.— Le susurré a Jungkook quien ni siquiera escuchó. Deslicé mi pulgar sobre la suave piel de su cara, observando lo hermoso que se veía dormido. Con certeza Jeon Jungkook era una de las obras más bellas jamás hechas.

"Estás siendo demasiado estúpido, Jimin" Me dije a mí mismo en mis pensamientos.

De todos modos fue en vano, no podía disminuir la intensidad de lo que sentía por este hombre. ¿Esto podría ser normal? Si era normal, no podía decirlo. Solamente lo sentía. Sentía una necesidad de estar cerca, de sentirlo conmigo, de oír su voz, de recibir su mirada penetrante, y sus cariñosos besos.

Querer a Jungkook era como un laberinto sin fin, nunca se sabía cómo parar. Una especie de frenesí de sentimientos. Yo estaba perdido, porque el destino trató de unir a dos personas las cuales probablemente nunca iban a encajar, o incluso las cuales nunca podrían estar.

Sonreí y continué con mis caricias cuando él se movió lentamente, acurrucándose en mis brazos en busca de calor. En el instante en que su cuerpo se unió al mío, detuve mis caricias, recibiendo una queja casi inconsciente.

—. No pares...— Susurró él somnoliento haciéndome sonreír.

—. Pensé que estabas dormido.— Jungkook sonrió débilmente, con un suspiro fuerte.

—. Me quede despierto para ti.— Me mordí los labios y sonreí. Su embriaguez lo dejaba cariñoso y manso, mostrando un Jungkook totalmente rendido. Muy diferente de lo que estaba acostumbrado.

—. Me detendré.—

—. Ya voy a dormir, MinMin. Solo continúa...— Jungkook susurró juntando más mi cuerpo con el suyo, poniendo su cara en el hueco de mi cuello. No demoré mucho para sentir sus labios contra mi piel en un beso calmado. Cerré los ojos sintiendo su mano deslizarse lentamente sobre mi abdomen con caricias y una pizca de picardía.

—. Jungkook...—

—. Quédate quieto, MinMin. Son solo caricias.— Él susurró subiendo su mano hasta mi pecho, por encima de la tela de la ropa que llevaba. Dejó la mano inmóvil por un momento, hasta que poco a poco comenzó a masajear.

—. Estás borracho, para.— Él sonrió y se mordió el labio.

—. Sólo un poquito. Déjame continuar, tu amas mis caricias.— Entrecerré los ojos hacia él y sonreí.

Aquello sólo le dio más ganas para hacer que continúe con sus caricias. Jungkook dejó que sus manos se adentraran en la sudadera que llevaba, deslizando sus dedos a través de mi abdomen calmadamente. Sus labios se deslizaron tranquilamente por mi cuello, forzando a mi cuerpo a pedir por más.

—. ¿Por qué no puedes estar tranquilo?.—

—. No se puede estar quieto con un hombre como tú a mi lado, Jimin.— Su tono de voz ya estaba diferente, era una voz ronca.

—. Por supuesto que sí...— Me mordí los labios cuando sentí sus dedos presionando mis pezones de forma excitante.

Jungkook era una mezcla dulce de la agresividad y delicadeza. Con la palma de la mano, empezó a apretar más, en cuanto a su lengua se movía frenéticamente en mi cuello. Enviando descargas rápidas a mi miembro que ya se estaba despertando.