The Stripper | ᴘᴊᴍ + ᴊᴊᴋ

Capítulo 33: Cayendo en la tentación

Abrí los ojos mirando el fuerte movimiento en la entrada del club. Hoy era su día. Respiré hondo tomando el valor de ir en contra de mi orgullo que gritaba de manera alarmante por salir de allí. Los sorbos de tequila los cuales Seokjin prácticamente me obligo a tomar, me dieron la fuerza para tomar la decisión de que esa noche yo lo necesitaba, necesitaba a mi stripper.

Salí del coche caminando en dirección a la entrada de Imperium. La seguridad que me conocía lo suficiente, apenas me vio me dio el pase para entrar. El ritmo sensual de la música pronto llegó a mis oídos. Dos hombres casi medio desnudos me miraron con una sonrisa maliciosa, haciéndome simplemente mirar hacia otro lado y dirigirme directamente hacia el mostrador de bebidas.

Al llegar me encontré con el chico pálido que siempre estaba ahí, Yoongi. Sabía que él era uno de los fieles escuderos de Jimin dentro de Imperium y apuesto a que sabía de todo el juego. Intenté disipar tales pensamientos de mi cabeza cuando entonces lo llame. Yoongi se volvió hacia mí, poniendo los ojos como platos al darse cuenta de que yo estaba allí. Él parpadeó un par de veces en muestra de su nerviosismo y entonces se acercó.

—. ¿Desea alguna cosa?.— 

—. Lo de siempre.— El hombre asintió poniendo un vaso de whisky con hielo sobre el mostrador —. ¿Dónde está Jimin?.— Susurré al hombre, él me miró confuso. Rodé los ojos con impaciencia. —. Jihyun. ¿Dónde está él?.—

—. Está en el vestuario preparándose para la presentación.—

—. ¿Puedo hablar con él?.— 

—. Señor Jeon... No se permite el ingreso de ningún cliente a esa zona, a menos que el bailarín haya dado la orden.—

—. ¿Es necesario? Él querrá verme de todos modos.— Yoongi miró a ambos lados y se acercó.

—. Será mejor que hable con él después de la presentación. Jihyun saldrá en pocos minutos.— Yo apenas asentí. Yoongi sonrió levemente.

Tomé todo el líquido de mi copa, pidiéndole que la llenara con lo mismo de nuevo. Me alejé de la barra dirigiéndome hacia el escenario principal donde Jihyun bailaría. En el camino me encontré con Minho que me miraba con curiosidad. El hombre se dirigió rápidamente hacia mí, y yo sólo resoplé. No estaba con el mejor humor para hacerme el simpático.

—. Bueno, bueno, ¡Pero miren quién está aquí!.— Minho habló animado levantando los brazos hacia mí. No dije nada, solo solté una ligera sonrisa para el hombre que estaba de pie frente a mí, impidiéndome continuar mi camino —. ¿Has venido a admirar a mi piedra preciosa, Jeon?.— Soltó el hombre con altivez. Sonreí cínicamente.

—. Mío querrás decir ¿No?.— Minho se encogió de hombros arqueando una ceja.

—. Tuyo y de todos los clientes que lo ven.— Podía sentir una pizca de malicia en su frase, pero no dejaría que algo así me debilite.

—. No, señor Lee, sólo mío... Algo es nuestro cuando lo tenemos por completo.—

—. ¿Y usted lo tiene?.— Preguntó casi desafiante.

—. Si estoy diciendo que es mío, es porque lo es.— Minho sonrió sin humor.

—. Eres muy suertudo entonces, Jungkook. Has conseguido lo que nadie pudo tener, pero no se sabe hasta cuándo ¿No es cierto?.— 

—. Hasta cuando yo lo considere mejor, no se preocupe.— 

—. Muy bien, siéntete como en casa, Jeon.— Solo asentí, levantando mi copa de whisky al hombre con una sonrisa.

Minho no salió con una buena cara, ya debería saber que no era el tipo de hombre que tenía estas conversaciones. Él se apartó de mi camino en dirección a su oficina. Continué caminado hacia la primera fila, donde me sentaba a verlo bailar. Como siempre lo hacía. Un grupo de hombres a mi lado reían y conversaban entre sí.