The Stripper | ᴘᴊᴍ + ᴊᴊᴋ

Capítulo 47: El Lap Dance

Sonreí al mirar los ojos de Jihyun que me miraban inocentemente. Él era muy inocente, incluso después de tantos años aprendiendo, Jimin seguía teniendo dentro de él la ingenuidad que no coincidía en un mundo tan maquiavélico como este.

Podía sentir lástima por ello, pero no podía perderlo. No a Jimin, él era la fuente de poder y deseo en Imperium. Eran su cuerpo y su baile los que atraían tantas miradas y gente que tenía la ambición de poseerlo. Como un perfecto diamante pulido en las manos de Dios.

—. Sabía que tomarías la decisión correcta, querido.— Hablé con entusiasmo, haciendo sonreír a Jimin.

—. Tu última petición, ¿Verdad? Después de tanto tiempo ayudándome, me pareció muy injusto el no aceptar.—

—. Por supuesto, eres un chico maravilloso, Jihyun. Estoy muy triste por saber que dejarás Imperium. Pero sé que quieres otros caminos en tu vida.— Jimin sonrió dulcemente, sentándose en el cómodo sofá, donde me senté rápidamente.

—. Sí, tengo muchos planes. Pero quiero que sepas que estaré eternamente agradecido por todo lo que hiciste por mí, Minho.—

—. Lo sé, mi pequeño ángel. No te preocupes por eso. Quiero que sepas que las puertas de Imperium siempre estarán abiertas para ti.—

—. Eres una persona maravillosa. Me ayudaste mucho.—

—. No podía hacer menos, vi que me necesitabas aquél día, Jimin.— Nos miramos el uno al otro por un par de segundos y luego lo atraje en un abrazo calmado. El chico suspiró fuerte y me abrazó de vuelta —. Bueno, querido, es bastante tarde. Me voy, te llamaré mañana para informarte el día de tu espectáculo.— Jimin se levantó y asintió mientras caminaba hacia la puerta principal.

La abrió gentilmente, intercambiamos otro pequeño abrazo y un simple buenas noches, y luego me fui. Tecleé el número de Yugyeom tan pronto como entré en mi coche y dejé el edificio de Jimin. No tardó demasiado para que el hombre respondiera.

—. Voy a tu casa, tengo noticias.—

—. ¿Puedo al menos saber sobre qué son?.— Él preguntó con curiosidad.

—. Nuestra victoria está cerca. Abre una botella de champán, quiero celebrarlo contigo.—

—. Con gusto.— Ésas fueron sus palabras antes de colgar.

(...)

—. ¿En serio?.— Yugyeom preguntó con una gran sonrisa.

—. ¡Sí! Se lo creyó todo como un idiota. Tendrías que haber visto como me lo agradecía.—

—. ¡Oh Dios, eso es increíble!.— Exclamó con entusiasmo mientras agarraba las dos copas —. Debemos brindar por ello.— Sonreí al hombre que tenía los ojos brillantes de lo feliz que estaba.

Yugyeom me extendió la copa con el champán caro que había comprado especialmente para celebrar en esta ocasión.

—. Un brindis por nuestra victoria.— Él dijo alzando las copas.

—. Salud.— Hablé haciendo el mismo gesto que él. Me bebí todo el líquido de mi vaso, para después dejarlo encima de la mesa —. Tenemos que mantener la calma. Lo llamaré mañana y le informaré el día de la actuación. Cuando el día llegue, encontrarás una manera para encontrarte a Jungkook y llevarlo a Imperium.— Yugyeom sonrió mordiéndose el labio. Podía ver como de eufórico estaba.

—. Él se quedará muy asombrado.— Dijo burlonamente sentándose en el sofá de la sala de estar.

—. Me lo imagino. Jungkook parece muy posesivo.— Hablé uniéndome a él.