The Stripper | ᴘᴊᴍ + ᴊᴊᴋ

Capítulo 37: Propuesta

—. No, no me entendiste, quédate conmigo, sal conmigo, ¿Sabes a lo que me refiero?.— Jimin preguntó con una mirada esperanzada.

Yo todavía estaba procesando las palabras que habían salido de su boca. Confieso que todo me estaba dando vueltas lentamente, no sé si eran los efectos del alcohol o mi mente que estaba jugando trucos en mi contra.

—. ¿Me estás preguntando si...?.— Susurré las palabras mirándolo de reojo. Jimin formó una pequeña sonrisa, tímida, pero preciosa. La penumbra de la noche dejaba su cara parcialmente iluminada, resaltando muy bien sus hermosos rasgos.

—. Sí, Jeon ¿Quieres ser mi novio?.— Sonreí ampliamente, recibiendo la pregunta por parte de Jimin que me había dejado sorprendido.

—. ¿Es enserio?.— Jimin se sentó, por lo tanto dejándome a mi sentado también. Nos miramos el uno al otro por largos segundos. Delicadamente, él arreglo unos mechones de cabello que insistían en caer por mi cara.

—. Nunca he estado tan serio, sé que tu también lo estás y bastante...— El castaño habló con la mayor de las calmas, con sus ojos fijos en los míos mientras sus dedos hacían ligeras caricias en mi fría mano —. Pero estoy seguro de lo que siento por ti. Te amo Jungkook, y quiero que estés conmigo. Sé de todos tus problemas y dificultades pero creo que podemos solucionarlos juntos. No sé si tu quieres lo mismo, y debo admitir que estoy muy nervioso. Pero simplemente necesito esto, necesito ser tuyo.— Él sonrió tímidamente, haciendo mi corazón derretirse.

Miré al chico frente a mí y lo vi tan frágil y delicado. Debo confesar que no tenía suficientes palabras para expresar lo que estaba sintiendo en ese momento. Amaba a Jimin de una manera que nunca pensé que fuera posible. En medio de todas las incertidumbres de mi vida, sabía que ese sentimiento era real y recíproco.

Lentamente moví mi mano a la mejilla de Jimin, haciendo que me mirara. Sus ojos miraban algo temerosos en mi dirección. Sonreí y lentamente acerqué su rostro al mío sellando nuestros labios. En perfecta sincronización sus labios se movían sobre los míos, causando ese sentimiento en mi interior. Las famosas mariposas en mi estómago. En efecto eran reales, estar con Jimin siempre era tan intenso y confuso. Park Jimin era mi cielo y mi infierno.

Lentamente dejé ir los labios del hombre que se abrieron con una sonrisa divina. Estábamos tan cerca que teníamos nuestras frentes pegadas. Tomé una profunda respiración con mis ojos en los ojos marrones del hermoso castaño.

—. Realmente pensaba que sería yo el que le hiciera esta propuesta, joven Park. Pero como siempre usted no deja de sorprenderme, ¿No?.— Él sonrió bajando la cabeza tímidamente.

—. Tu te estabas tardando.— Tomé una profunda inspiración y finalmente le respondí.

—. Acepto.— Él subió la cabeza y me miró confuso, probablemente todavía no creyendo mi respuesta.

—. ¿Estás diciendo...?.— Comenzó a decir con una gran sonrisa. Rápidamente me ocupé de empujarlo cuidadosamente contra la cama, quedándome encima suyo. Aprisioné la mano de Jimin encima de su cabeza y miré al hombre el cual me miraba feliz.

—. Estoy diciendo que sí, quiero ser su novio, joven Park. Te necesito y quiero en mi vida. Cualquier duda que tenías de mí, ya no las tengas. Simplemente no puedo estar sin ti, MinMin.— Por breves segundos nos mantuvimos en silencio, solo mirándonos.

Jimin se veía hermoso, sus rosados labios se encontraban entre abiertos dejándome saber su calmada respiración. Su cabello desordenado debido a lo que estuvimos haciendo anteriormente. Dejé ir sus muñecas, apoyándome en el colchón.

—. Te amo mucho.— Las palabras salieron de la boca del castaño casi por accidente. Como si hubiese estado pensando en voz alta. Sonreí, haciendo ligeras caricias en su mejilla con mi pulgar, lo que hizo a Jimin cerrar los ojos.