The Stripper | ᴘᴊᴍ + ᴊᴊᴋ

Capítulo 50: La nueva era

¿Conocen ese sentimiento de sentirse completamente realizado? ¿Feliz? Era exactamente como me estaba sintiendo esa tarde. A pesar de estar exhausto, me encontraba en un estado de radiante y pura realización.

Los planes del día anterior no podían haber ido mejor. Jungkook y Jimin habían terminado aquello que llamaban relación. ¿Y yo? Bueno, yo podía continuar con Jihyun, y la máquina de dinero dentro de Imperium.

Debo confesar que al principio me sentí mal por engañarlo, después de todo el chico había estado conmigo por años, ayudándome a levantar mi negocio. Pero no era el momento adecuado para sentimientos o compasión, sino para usar estrategias en un juego que podría perder fácilmente si no era astuto.

Después de lo que paso anoche pensé que debía celebrar, para mi pesar Yugyeom no me pudo acompañar, después de todo tenía que jugar el papel de chico bueno para Jeon. Por lo que decidí buscar a un viejo amigo que me dio una maravillosa noche de placer, lo que hizo que me relajara y disfrutara del sabor de la victoria.

Ya era tarde y estaba en camino al club para revisar la hoja de balance del mes, probablemente Yugyeom aparecería más tarde para celebrar juntos lo del día anterior.

No había hablado con él desde que se había ido con Jungkook, con tanta turbulencia termine olvidando mi teléfono, dejándome totalmente incomunicado. Lo cual no estaba totalmente mal, necesitaba tiempo para mí.

—. ¿Minho?.— Escuche a Mingyu gritar desde atrás. Ni siquiera puse atención, no tenía la más mínima paciencia para hablar con el chico —. ¡Espera! ¡Necesito hablar contigo!.— Gritó de manera escandalosa justo como siempre lo hacía —. ¡No entres ahí!.— Acelere mis pasos y abrí rápidamente la puerta de mi oficina, cerrándola en el mismo instante en que entré para evitar la conversación innecesaria con el bailarín.

—. ¡Joder, que chico tan molesto!.— Bufé irritado contra la puerta.

—. No deberías tratar así a tus aliados, Minho.— Escuché la voz de Jihyun llenar el ambiente.

—. ¿Qué estás haciendo aquí?.— Frunció el entrecejo y me miró como diciendo "¿Acaso no es obvio?"

—. ¿Qué quieres decir con que estoy haciendo aquí? Imperium es mi segundo hogar, ¿Cierto?.— Preguntó Jihyun levantándose de la silla lentamente, caminando en pasos pequeños al mueble de las bebidas.

No sabía que estaba pasando, tenía un aura misteriosa, casi indefinida. No dijo nada, solo se sirvió una pequeña cantidad de whisky en uno de los vasos, agregando tres cubos de hielo. Sacudió el líquido ligeramente, para después mojarse los labios.

—. Por supuesto que es tu casa, solo que me sorprendió verte aquí.— El castaño sonrió, sacudiendo la cabeza. Comenzó a caminar de regreso al escritorio donde se recargo.

—. ¿Sorprendido? Genial. Me encanta dar sorpresas.— Dijo guiñándome.

—. Te ves...—

—. ¿Bien? ¿Feliz?.— Dijo sonriendo. Me encogí de hombros mientras ponía mi maletín en el escritorio.

—. Si, después de lo de ayer creí que no vendrías por aquí muy pronto.— Jihyun sonrió y me miro con esos ojos marrones casi ardientes.

—. ¡Ah! Ayer, fue una noche inquieta.— Comenzó a hablar pacientemente —. Pero muy buena ¿Te gusto?.—

—. ¿Buena? Claro que no, Jihyun, estaba preocupado por ti.— Arqueo una ceja y asintió.

—. Me imagino cuan preocupado debiste de haber estado por mí, eres siempre tan benevolente.— ¿Qué demonios estaba pasando? No tenía un buen presentimiento. Jihyun estaba más arrogante y firme que de costumbre.