sixteen

6.8K 432 148
                                    

⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯

Mini Maratón 2/4

2027
Madrid, España

Omnisciente ;;

— "Fais attention, ma vie." — (ten cuidado, mi vida) dijo él con apuro, sosteniendo a la pequeña de casi cuatro años que jugaba en el piso. Era un verdadero terremoto. Ambos estaban sentados en el piso, la ya no tan bebé jugaba con unas figuras de peluche, tropezándose en más de una ocasión con ellas, siendo salvada de caer por los brazos de su padre. — "Tu vas me faire une crise cardiaque." — (Me vas a dar un infarto.)

— "En algún momento va a tener que aprender lo que es caerse, amor." — Agostina, que miraba la escena con amor también sentada con ellos, le recordó al hombre. Sabía que si su hija se caía, no se iba a lastimar, porque para algo estaba la alfombrita, pero el padre de la pequeña no estaba muy de acuerdo. Prefería prevenir cualquier mínima caída, siempre teniendo un ojo sobre ella. — "Ya lo hablamos."

— "No quiero verla caerse." — Respondió sincero, con un puchero en sus labios antes de volver su atención a la niña, que los veía atentos con sus brillosos ojos claros. Era la mezcla perfecta de ambos. — "Ta mère a raison, mais je vais quand même t'attraper." — (Tu mamá tiene razón, pero igual voy a atraparte/agarrarte). Hizo como si le susurrara, poniendo una voz tonta al igual que la que ponen muchos al hablar con nenes chiquitos y mirando a Agostina de reojo con una sonrisa cómplice. Era adorable.

— "Et ton père est très surprotecteur." — Y tu papá es muy sobreprotector, dijo ella de la misma forma.

— "C'est un mensonge." — Eso es mentira, respondió él, llenando de besos los cachetes de su hija que ahora reía sin parar. Era una risita muy contagiosa, capaz de derretir el corazón de cualquiera. Agostina vio la chance y les sacó una foto, sabiendo que era un momento ideal.

— "Mañana cumple cuatro años, ya quiero llorar." — Agostina miraba a su hija con todo el amor del mundo, no podía creer que creciera tan rápido. Sentía que fue tan sólo ayer que la sostenía en sus brazos por primera vez, que la veía por primera vez. — "Pasó muy rápido."

— "No importa, siempre va a ser mi chiquita." — Ahora era él quien tenía la cabeza llena de imágenes de ese primer día, y ay, que rápido pasaba el tiempo.

[...]

Bañar a Noa no era algo fácil. Le gustaba el agua y tener sus juguetes con ella, por ende era una lucha constante intentar que se quede algo quieta, sin mencionar que salpicaba con agua todo el baño. Por más "desastroso" que fuera, a ambos padres les divertía la escena, las risitas de ella eran algo de lo que no se cansarían nunca.

Esta vez le había tocado bañarla a él, y era sabido que Noa aprovechaba cuando estaba su papá para hacer aún más lío.

Agostina estaba en la habitación de su hija, acomodando los juguetes que había usado antes. Se suponía que ya habrían terminado el baño, y le parecía raro no haber escuchado ruido alguno proveniente de alguno de los dos por un largo rato. Era bastante inusual.

Se fijó primero en el baño y, como se lo esperaba, ya no estaban allí. Acto seguido fue a su habitación; tampoco estaban ahí.

Fue al living y encontró por qué estaba todo tan silencioso.

En uno de los sillones estaba el hombre de pelo "rubio" estirado boca arriba, completamente dormido. En su pecho estaba su hija, dormida igual de profundo que él, sostenida por los brazos de su papá. El hombre se veía más relajado que nunca.

Agostina no creía poder soportar tanta ternura.

Después del baño, no era raro que Noa se durmiera, es más, pasaba seguido. De tanto jugar se terminaba cansando.

Al parecer la siesta también lo había contagiado a él.

Haciendo el mínimo ruido posible para así no despertarlos, Agostina buscó su celular para sacarles una foto al igual que ya había hecho mas temprano.

Apagó la tele que todavía seguía pasando una versión moderna de los ositos cariñositos, la cual los tres veían juntos a diario, y dejó que siguieran durmiendo tranquilos.

No sabía en qué momento se había quedado dormida también, pero sabía que había sido despertada por la voz burlona de su pareja y algunas palabras de su hija.

— "¿Tu as bien dormi, chérie?" — (¿Dormiste bien, querida/cielo?) Levantó las cejas divertido, viendo como ella se acomodaba el pelo que se había hecho un desastre.

— "Hm algo así, pero ustedes sí se dieron una linda siestita."

⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯

TRANQUI que vamos a volver al tiempo actual. Easy, easy.

 Easy, easy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ACCIDENTALLY IN LOVE ;; leandro paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora