ACCIDENTALLY IN LOVE ;; leandro paredes

twenty-nine

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Sábado 14 de enero
Turín, Italia

Agostina ;;

Teniendo en cuenta el tiempo que duró el partido, lo que duró el vuelo y todo el resto del tiempo que pasó entre ambas cosas, llegué a Turín en la madrugada, alrededor de las 2 am.

Le había enviado un simple mensaje diciendo "llegué." a Leandro una vez que pisé la casa, pero después de eso dejé el celular a un lado y lo ignoré por completo.

En cuanto mi enojo, este seguía más que presente. Bueno, no sabía si era enojo, pero si me había decepcionado la actitud de Leandro.

No fue nada justo.

Sabía que no iba a poder dormir, así que ni lo intenté. Fui a darme un ducha larga con agua caliente para no morir de frío — amo el frío, pero ya era extremo — y al salir me quedé en el living viendo "Miss Americana" en Netflix por milésima vez en mi vida. Perdón, pero yo haría cualquier cosa por Taylor Swift.

Ya no tenía ni idea de que hora era — imagino que eran alrededor de las 5 am por la luz que entraba por la ventana — cuando se escuchó la puerta de entrada abrirse. En otro momento le habría dado mayor importancia.

Noté la presencia de Leandro cuando dejó su bolso en el piso, haciendo bastante ruido cuando cayó. Prácticamente podía sentir su mirada encima mío pero me abstuve de quitar la atención de la tele.

— "Hola." — Dijo casi con timidez y un tono mucho más tranquilo que el que había usado horas antes. Se mantuvo en su lugar, sin moverse. Yo solo asentí a modo de respuesta, todavía sin darle atención. — "Pensé que ibas a estar durmiendo."

Esta vez respondí con un "Mhm" y de reojo pude ver cómo se acercaba al sillón. Se sentó al lado mío, lo único que dejaba una distancia en el medio era un almohadón decorativo bastante feo.

— "Perdón por haberte tratado mal." — Expresó sincero mientras que le daba vueltas a uno de los anillos que llevaba en su mano. Al darse cuenta de que yo no Yeni intenciones de decir nada, continuó. — "Fue un día de mierda, pero vos no tenía culpa de nada. No tuve por qué haberme descargado con vos, mucho menos cuando fuiste con la mejor intención de todas."

— "Bueno." — Me mordí el labio inferior y suspiré antes mirarlo y esbozar una sonrisa algo forzada. Eran las cinco de la mañana, aunque no me hubiera quedado convencida completamente, no tenía ganas de seguir hablando.— "Anda a dormir, yo me quedo acá."

Leandro se dio cuenta de que algo seguía sin estar del todo bien. Ese "bueno" desganado sonaba más como algo dicho para terminar la conversación que cualquier otra cosa, y eso lo dejaba intranquilo.

— "Amor." — Me llamó de nuevo para obtener mi atención. Una vez que lo hizo, tomó mi mano en la suya a la vez que sus ojos azules se clavaban en los míos. — "Contame que estás pensando, ya te conozco."

— "Me dio vergüenza, se sintió feo." — Le expliqué con total tranquilidad, observando cada reacción. Tenía culpa escrita sobre toda su cara. — "Yo no fui con intenciones de molestarte... sólo quiero saber que no va a volver a pasar."

— "Vos nunca me molestarías. Que estés ahí para mi fue muy importante, aunque la haya cagado cuando terminó el partido." — Me recosté sobre él, quedando los dos acostado en el sillón con el ruido de la tele de fondo. Leandro pasó sus brazos por alrededor de mi cintura para acercarme más a él y así poder repartir besos por toda mi cara. — "Prometo que nunca más va a pasar, lo juro."