ACCIDENTALLY IN LOVE ;; leandro paredes

fifteen

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Mini Maratón Parte 1/4

Domingo 11 de diciembre
Doha, Qatar

Agostina ;;

No había casi dormido nada. Pasé toda la noche mirando fijo al sobre que reposaba en la mesa de luz, pensando en si lo abría o no, sin saber si iba a querer leer lo que tuviera adentro. Conseguí, como mucho, dormir unas tres horas, antes de tener que empezar con mi día.

— "Buen día." — Dijeron cuatro voces a la vez, alargando la ultima palabra mientras que acomodaban sus desayunos en la mesa, prácticamente ocupando todo el lugar que sobraba.

— "Buenas, ¿Qué hacen ustedes acá?" — Les pregunté, teniendo en cuenta que todos ellos siempre se sientan juntos en una mesa grande que definitivamente no era esta.

— "Vinimos a jugar un mundial, ¿vos?" — Paulo respondió como si fuera una obviedad, boludeándome.

— "¿Vos jugas?" — Uy, lo mató. Y eso que lo había dicho de una forma que parecía tan inocente. El Cuti sabía que se había ido al carajo, pero de igual forma se rió de su propio chiste.

Julián, que estaba al lado, era demasiado bueno como para reírse, en cambio, Enzo se rió a más no poder. La cara de haber sido tomado por sorpresa de Dybala lo hacía todavía mejor.

Pobrecito.

Yo no dije nada, suprimí la sonrisa que se quería escapar e ignoré el comentario. El pobre era muy bueno conmigo como para que también me sume a boludearlo.

— "Como vos no venís mas a desayunar con nosotros, pensamos en venir a acompañarte." — Explicó el único de los cuatro que no era cordobés, dejando de lado el tema del chiste.

— "Me da miedo que justo ustedes cuatro hayan pensado." — Sonreí de lado. Enzo se quejó, seguido de Cristian y Paulo que se hicieron los ofendidos.

— "Nos abandonaste." — Dijo Julián mientras negaba con la cabeza, aparentando estar decepcionado.

— "Que dramáticos que son, todo el día los veo."

— "Mentira, cero bola nos das." — Y así siguieron quejándose por un rato. Lo único que había hecho yo era cambiarme de mesa, nada más.

Con o sin quejas, me había parecido un lindo gesto que se acerquen. Aunque sentía que en cualquier momento me podría dormir en la mesa y quizás no estaba con el mejor humor, no me molestaba la compañía.

Eso si, repartí un par de manotazos cuando intentaban robar cosas de mi plato. Lo de las galletitas no se va a repetir.

[...]

Ya para el mediodía, la universidad estaba llena de gente dando vueltas. Los jugadores tenían el día libre y nuevamente habían dejado que entren sus familiares.

Sabía, o mejor dicho, me imaginaba quienes iban a estar allí con Leandro, y para evitar más situaciones incómodas, preferí quedarme lo más lejos posible de todo el grupo de gente.

Me quedé en mi habitación, revisando los comentarios que habían dejado en la última publicación de la cuenta de la selección.

Después de un rato, ese pasatiempo dejó de ser muy entretenido, y pasé a revisar los mensajes que tenía sin leer en mi propia cuenta. Respondí un par, encontrándome de vuelta con los que me había mandado el francés.

¿Sería mala idea...? Probablemente sí.

Pero esta vez, sin dar muchas vueltas, me decidí a responderle.

Instagram Messages

@antogriezmann
¿Algún día puedo invitarte a tomar 🧉?

@agosmercierr
Cuando quieras, yo acepto.

Bueno, un mensaje no me iba a hacer ningún mal, ¿no?

Ya sin más que hacer, me volví a encontrar con el sobre que seguía en el mismo lugar de antes. No me animaba a abrirlo, sin importar que ahora si me daba ansias leer lo que estaba en su interior.

[...]

Leandro ;;

— "¿Y Agostina? Creí que la iba a ver hoy." — Comentó mi mamá a la mitad de nuestra conversación, tomándome algo desprevenido. Mis hermanas me miraban con las cejas alzadas, probablemente reaccionando a algún gesto que no me di cuenta que hice.

— "Eh, debe estar con cosas de su trabajo, no la vi." — Respondí lo mas tranquilo posible para que no sea muy notorio el hecho de que acababa de inventar lo que dije, sabiendo que lo mas seguro era que ella estuviera evitando venir.

Mis hermanas compartieron una mirada sutil y asintieron con algo de desconfianza, pero no hicieron ningún comentario. Mi mamá, de todas formas, parecía tener varias preguntas o mejor dicho, inquietudes.

— "Pensé que había pasado algo, hace mucho no hablas de ella." — Hace mucho no hablo con ella. — "¿Seguro que está todo bien?"

— "Si, si." — Intenté pasar el tema por encima, esperando que no siga adentrándose mucho. No me sentía lo suficientemente bien como para decirle que ni siquiera nos dirigíamos la palabra y que era gracias a mi. — "Cuando la vea le digo que te haga una videollamada, ¿si?"

Por suerte no volvimos a tocar el tema por el resto de la tarde, aunque yo si me había quedado pensado en Agos, incluso después de que se hubieran ido.

¿Habría leído lo que le di?

Emiliano me había ayudado a escribir, mejor dicho, me había guiado un poco. Lo que decía lo leería solo ella, si es que decide hacerlo, y yo.
Al momento de escribirla sabía todo lo que quería decir, pero no podía encontrar las palabras correctas, tenía miedo de no expresarme bien.

No era suficiente una carta para describir sentimientos que hace años tenía por ella.

De todos modos, hice lo mejor que pude para darme a entender, esperando que sea lo suficiente.

Por favor, solo quiero una chance más para demostrarle cuanto la quiero.

No aguanto más estar así.

[...]

Agostina ;;

Tenía el sobre en la mano, lo había estado mirando hace ya un buen rato, dudando si era este el momento de abrirlo.

En la parte trasera estaba escrito mi nombre, con una caligrafía un poco chueca como siempre, pero se notaba que había querido escribir prolijo. Sin darme cuenta, ese solo detalle me había sacado una sonrisa.

Me decidí a abrirlo, pero una notificación que recién llegaba me distrajo levemente.

Instagram 💬
Tienes un nuevo mensaje de @antogriezmann

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Nada que ver pero, leandro con camisa negra x favorrr quiero uno 🫡