ACCIDENTALLY IN LOVE ;; leandro paredes

forty-one

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Jueves 22 de junio de 2028
Paris, Francia

Ya era el día del casamiento y tanto la novia como el novio además de sentir una felicidad inmensa, temblaban de los nervios. Como era una costumbre que los novios no se vieran antes de llegar al altar, estaban en cuartos separados. Ella con sus cuatro damas de honor; Caro, Jorgelina, Valentina y Oriana, y él con sus caballeros de honor; Gio, Paulo, Rodrigo y Ángel.

— "¿Y si dice que no? Por ahí, no sé, por ahí se arrepiente de última." — Agostina, ya lista con su vestido y demás preguntó con miedo, mirando a través del espejo a Carolina. Faltaba menos de media hora para que inicie la ceremonia y la castaña había soltado, una tras otra, todas las preguntas que generaba su nerviosismo.

— "Chiquita, ya están casados por civil." — Le recordó Jorgelina para intentar calmarla. Ella siempre fue de gran apoyo para Agostina, y sus palabras lograban tranquilizarla un poco.— "Y Leandro está completamente enamorado de vos, no paraba de hablar de como no podía esperar a dar el sí."

— "Le brillan los ojos cuando habla de vos, ese hombre en ningún universo te diría que no." — Agregó Valentina y Oriana le dio la razón.

Las cuatro se sintieron victoriosas cuando Agostina sonrió un poco, aparentemente menos nerviosa después de sus palabras.

— "¿Quien te va a alcanzar hasta el altar, amor?" — Era lo único que no habían preguntado hasta el momento, y Agostina tampoco había hablado mucho de ello.

— "No, eh... entro sola, no me acompañan." — Y por mas que ella pretendiera que estaba bien con eso, las otras cuatro mujeres sabían que mentía.

Una semana antes, más o menos, habían salido las mismas cinco que estaban en ese cuarto a tener una "noche de chicas". Ninguna había tomado tanto, pero Agos tenía suficiente alcohol en su sistema como para soltarse más de lo usual, y terminó dejando al aire un par de cosas que no tenía pensado decirles.

Una de ellas era que desearía que su papá la acompañara al entrar a la ceremonia, tal cual se hacía tradicionalmente, y que por más que supiera que él no se merecía estar, le dolía no tener a nadie que cumpliera el rol. Desde chiquita había tenido la idea de que su papá la llevaría hacia su futuro esposo en su día especial.

El problema era que ninguno de sus padres le hablaba desde que ella tenía diecisiete años, nunca más se habían vuelto a preocupar por ella.

— "Paulo quería llevarla, pero va a estar con Leandro." — Dijo Oriana en voz baja a las otras tres, lamentándose un poco. Ella le había contado a Paulo lo que Agos pensaba, y si no fuera porque era caballero de honor de Leandro, habría sido el primero en querer acompañar a su amiga.

— "¿Podría llevarla alguien más? No me gustaría que entré sola, ella no quiere eso."

— "Enzo, Julián... Agostina los quiere como si fueran sus hijos." — Fue Jorgelina a la que se le ocurrió la idea. No tardaron en ponerse de acuerdo, e inmediatamente Carolina y Valentina salieron en busca de los dos hombres.

— "¿A donde van?" — La novia miró con duda a las mujeres que se quedaron con ella. Faltaban veinte minutos, ¿Que podrían hacer?

— "Están por revisar otra vez que no falte nada, ya sabes cómo son." — Mintió Oriana, dando a entender que sus amigas querían que esté todo tal cual Agostina quería. — "Ya vuelven, no te estreses."

En la otra habitación, la situación no era muy distinta.

— "Leandro, ya es la quinta vez que te acomodo el moño." — Reprochó Giovani antes de sacarle el accesorio para acomodarlo y después volver a colocárselo. — "Estás perfecto como modelo de Armani, dejá de toquetear toda la ropa."